La ingeniería chilena se reinventa creando alianzas entre disciplinas y atrayendo a más mujeres
Con el objetivo de fomentar su transformación hacia escuelas de clase mundial, hace cinco años la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) lanzó un concurso abierto a todas las facultades de ingeniería del país. La oferta: fondos a cambio de proyectos capaces de impulsar el desarrollo de una carrera que se considera clave para el progreso de una nación. Las universidades podían postular al concurso de manera individual o creando consorcios junto con otras instituciones.
"Lo que se busca es que las escuelas de ingeniería se alineen para transformarse en motores que aprovechen las condiciones que tiene Chile y, a base de eso, generen un mayor desarrollo", explica Juan Carlos de la Llera, decano de la Facultad de Ingeniería de la U. Católica, institución que formó un consorcio con la U. Técnica Federico Santa María.
En este primer quinquenio de trabajo, la mayoría de las escuelas seleccionadas en el proyecto Ingeniería 2030 -se financian 15 proyectos de 20 universidades- se han enfocado en abordar lo que de la Llera describe como brechas comunes. "Carreras poco flexibles, largas y con poco foco en innovación. La forma de educar a los ingenieros era bastante antigua: se seguía educando de la misma forma que hace 30 años, lo que no habla muy bien de las facultades, considerando los cambios tecnológicos en el tiempo".
En el marco de Ingeniería 2030, en la UC se optó por acortar la carrera, incorporando el sistema de majors y minors ; se generaron campañas para atraer más mujeres al área, lo que consideró tanto a alumnas como a profesoras (ver recuadro), y se puso énfasis en la interdisciplinariedad, algo que es común en las universidades con las escuelas de ingeniería más destacadas del mundo, como MIT, Stanford y Cambridge.
"La apertura del Laboratorio de Ingeniería Biológica es un ejemplo concreto de cómo se materializa esta idea de cambiar la estructura a la que estábamos acostumbrados", explica de la Llera. "El lugar se abrió en 2017, y ahí compartimos biólogos, médicos e ingenieros. Para efectos de lo más formativo, esto nace con el major de ingeniería biomédica; los estudiantes lo siguen y una vez que terminan su cuarto año, pueden saltar a la carrera de Biología o Medicina si así lo quieren", indica el decano.
Investigación aplicada
En la U. Católica de Valparaíso -que se adjudicó este proyecto en consorcio con las Facultades de Ingeniería de las universidades de Santiago y Concepción- también se optó por dar énfasis a la formación...
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