Informe había advertido en junio sobre el riesgo de colapso de la urgencia del H. San José
Sin embargo, en el Hospital San José, como exacerbación de lo que es hoy el sistema de salud público, esta norma no está ni cerca de cumplirse. En su urgencia se hospitaliza a 23 personas en boxes con camillas. Pero además está institucionalizado que existen otros trece "cupos" en los pasillos.
Sobre estos 36 enfermos que pueden mantenerse ya en precarias condiciones, la situación comienza a volverse caótica. Durante las últimas dos semanas se hizo constante que hubiera 45 o más pacientes. Hasta 60 llegaron a tener. "No entraban más camillas, tuvimos que dejar a gente en sillones, en sillas, paradas... Todos esperando por una cama", cuenta un trabajador del servicio.
Todo esto provocó que la noche del martes la situación no diera para más y los trabajadores denunciaran públicamente la situación.
300 pacientes al día
Pero mucho antes, en junio, el jefe del servicio de urgencia, Rinaldo Basso, había puesto en conocimiento del director del hospital (José Miguel Puccio, hermano de Osvaldo, quien fuera ministro durante el gobierno de Ricardo Lagos) las debilidades que enfrentaba su servicio. Allí Basso planteaba que el servicio de urgencia no tiene la capacidad física (es "un pasillo largo y estrecho") ni los recursos humanos ("la consulta diaria es alrededor de 300 pacientes y 35 a 40 hospitalizados, similar a la consulta de hospitales como el Sótero del Río, teniendo solo dos urgenciólogos y tres cirujanos"), y 23 camillas en los boxes "y 13 en pasillos, totalizando 36 cupos".
Una serie de desavenencias posteriores hicieron que Puccio solicitara la renuncia de Basso como jefe del servicio de urgencia. Eso ocurrió la semana pasada, cuando la situación ya se salía de control en la urgencia. Lo siguieron dos de los cuatro jefes de turno, complicando aún más la atención. Así, enfermeras y personal no médico se sumaron a la serie de reclamos, que culminaron con el virtual colapso de antenoche.
Lo que ventiló el colapso
El hecho dejó en evidencia la sobrecarga provocada por el ataque de las enfermedades respiratorias, en momentos en que se espera llegar al peak de influenza A(H1N1), que tiene una alta demanda por camas de hospitalización y que afecta principalmente a los adultos mayores.
Ese es el fenómeno más evidente. Pero también quedaron al descubierto las estrecheces económicas por las que atraviesa el recinto, y que a juicio de los médicos es parte importante del problema: las metas impuestas por la autoridad de Salud de que los hospitales no...
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