El inesperado cambio que vive la figura de Pablo Neruda - 18 de Noviembre de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 745943485

El inesperado cambio que vive la figura de Pablo Neruda

Bastó que la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados aprobara el proyecto que busca cambiar de nombre al aeropuerto Arturo Merino Benítez por el de Pablo Neruda, para que despegara una estruendosa polémica en redes sociales y cartas a los medios entre partidarios y detractores de la iniciativa. Los principales argumentos que han esgrimido estos últimos son el abandono de su hija Malva Marina y el testimonio del poeta sobre una violación que habría cometido en Asia. También hay otros antecedentes que dan luces sobre este episodio en un contexto de estereotipos propios de la cultura colonialista de su época."Aquí las mujeres son negras, no hay cuidado, no me casaré", tranquilizaba Neruda a su hermana en una carta del 28 de octubre de 1927, recién llegado a Rangún con el cargo de cónsul chileno. El 7 de diciembre del mismo año le contaba a Yolando Pino, excompañero del Instituto Pedagógico: "Las mujeres, materia indispensable al organismo, son de piel oscura, llevan altos peinados tiesos de laca, anillos en la nariz y un olor distinto". Cinco días más tarde, le escribía a Joaquín Edwards Bello: "Este es un hermoso país, pero huele a destierro. Pronto se fatiga uno de ver raras costumbres, de acostarse solo con mujeres de color".Desde que, en 1974, Matilde Urrutia hizo publicar las memorias de Neruda, nadie puede alegar desconocimiento acerca de su conducta con las mujeres que trató en las colonias europeas de Oriente. El poeta nunca ocultó nada. Ahí están sus escritos. En particular, uno. El más polémico. Cualquiera puede ir a la página 118 de "Confieso que he vivido" (Seix Barral, 2017) y leer lo que hizo en Ceylán (Sri Lanka) con una joven tamil perteneciente a la casta de los parias, una "intocable" encargada de limpiar la letrina del bungalow donde vivía el poeta. Deslumbrado por su belleza, la veía alejarse a diario "con su paso de diosa", indiferente a sus llamados y regalos."Una mañana, decidido a todo, la tomé fuertemente de la muñeca y la miré cara a cara. No había idioma alguno en que pudiera hablarle. Se dejó conducir por mí sin una sonrisa y pronto estuvo desnuda sobre mi cama. Su delgadísima cintura, sus plenas caderas, las desbordantes copas de sus senos, la hacían igual a las milenarias esculturas del sur de la India. El encuentro fue el de un hombre con una estatua. Permaneció todo el tiempo con sus ojos abiertos, impasible. Hacía bien en despreciarme. No se repitió la experiencia", escribe.El giro biográfico de SchidlowskyMientras en 2003 se organizaban las celebraciones del centenario de Pablo Neruda que se cumpliría al año siguiente, un desconocido investigador chileno, David Schidlowsky, autoeditaba en Alemania cien ejemplares de su biografía en dos tomos "Pablo Neruda y su tiempo: las furias y las penas", al que únicamente accedieron especialistas y contados escritores. Entre otros temas eludidos hasta entonces por anteriores estudios, el autor documentaba la problemática relación del poeta con su primera esposa, Maruca Hagenaar, y con la hija de ambos: Malva Marina. El investigador demuestra que, tras la separación, los envíos de...

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