La inédita historia del hospital que unió a Japón y Hualañé - 1 de Agosto de 2011 - El Mercurio - Noticias - VLEX 308603422

La inédita historia del hospital que unió a Japón y Hualañé

Fue un gesto con que quiso representar a esa comuna de 10 mil habitantes (casi 50% rurales) e indicar que "estábamos con ellos", tras el sismo 8,9° Richter y posterior maremoto en el país asiático. Justo un año despúes de la tragedia similar que azotó a la zona centro y sur de Chile.

La bandera nipona está hoy en el frontis del flamante hospital, "una pequeña clínica" con una tecnología de punta e instalaciones que los hualañesinos jamás imaginaron. Sólo resta la recepción municipal y una autorización sanitaria para empezar a operar. No hay fecha aún, pero se estima que sería inaugurado antes del 15 de agosto.

Daniella Gambaro, directora del hospital, destaca que "al final, el terremoto trajo cosas positivas". Mientras recorre los 1.700 m {+2} de instalaciones, cuenta que es un gran logro, pues los pacientes ya no serán atendidos en una casona patronal adaptada como hospital, sino en un centro climatizado, con unas 13 camas en su inicio, sala de partos, pabellón, boxes de atención, salas de hospitalización con redes de oxígeno, con todos sus detalles muy cuidados.

Han pasado 17 meses desde que el terremoto 8,8° Richter arrancó con fuerza los adobes y fracturó los muros de la centenaria casona patronal de 1900 que cobijaba a los pacientes. Con 90% de daños, había que demoler. En adelante, las atenciones médicas se han dado en la estrechez, en el consultorio y sus anexos (cuya construcción es de los años '90), convertido en la "zona de atención en emergencia".

Ante la falta de infraestructura, hasta se instaló una mediagua para la enfermería. Tres guaguas han nacido en el consultorio, "y sin complicaciones", nos dicen.

Primer paso

Pero también en estos meses, mientras emergía el nuevo hospital, se fortaleció el inédito vínculo de gratitud y amistad entre los hualañesinos y los nipones. Los chilenos de este pequeño poblado no olvidan que Japón dio el primer paso, cuando una discreta misión de su embajada recorrió la zona tras el 27-F. Miraron mucho, hablaron entre ellos, nadie supo de qué. Al despedirse sólo dijeron que muy pronto habría noticias.

"Creo que Dios hizo que ellos se fijaran en Hualañé. Daba tanta pena ver el hospital antiguo destrozado", dice Julia Avaca, técnico en enfermería, quien estaba de turno la madrugada del 27-F, y aún se conmociona al recordar la evacuación de los...

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