'La industria chilena está rezagada: nuestros vinos están subapreciados'
"Voy a ser presidente de Viña Emiliana hasta que me aguanten", responde Rafael Guilisasti Gana cuando le preguntan hasta cuándo piensa quedarse a la cabeza del proyecto más querido de la familia.En noviembre de 1986 nació Viñedos Emiliana S.A., a partir de una división de Concha y Toro, y desde entonces Guilisasti está involucrado en el proyecto. Y hace 20 años, su hermano José -quien falleció en 2014- optó por un camino riesgoso e innovador para aquel entonces: convertirse en la primera y más grande viña orgánica de Chile y del mundo.De la mano de su vino ícono, Coyam, "el alma de Emiliana y el primero orgánico que produjimos" -sostiene-, posicionaron la marca en Chile y en el extranjero.El producto más vendido es Adobe, que este año producirá 650 mil cajas, veinte mil más que el 2017; con Coyam serán 20 mil cajas, 10% más que en 2017.Guilisasti precisa que fueron uno de los primeros en llegar al valle de Casablanca, donde hoy tienen 260 hectáreas plantadas. "Aquí había papas y cebollas, y fue mi hermano José quien, con mucha pasión y vehemencia, reorientó toda la viña. La demanda por productos orgánicos estaba poco desarrollada. Pero fuimos visionarios y hoy es un proyecto sólido", asegura.Guerra comercial y clima perjudican a la industriaRafael Guilisasti no para. Además de su participación en Viña Emiliana, es vicepresidente de Concha y Toro, fundador de Ciudadanos y presidente de las sociedades cascadas a través de las cuales Julio Ponce participa como accionista de SQM (ver recuadros). Asimismo, está en pleno desarrollo de un proyecto junto a su hija mayor, Sofía, elaborando el espumante Azur, en el valle del Limarí.Recorriendo la viña en Casablanca -donde circulan gallos que inspiraron el símbolo de Emiliana y pastan las Alpacas-, Guilisasti recuerda que en sus primeros años de vida introdujeron en Chile el concepto de los vinos varietales: Cabernet Sauvignon y Chardonnay, que se desarrollaban en California. Pero una década después, la industria lo había masificado a tal punto que el modelo se agotó y ahí Emiliana -de la mano de José Guilisasti- impulsó la reconversión hacia una agricultura sustentable, orgánica y biodinámica.Hoy cuentan con más de mil hectáreas orgánicas certificadas y exportan el 95% de la producción a 56 países, con mucho énfasis en Holanda, Dinamarca, Suecia, Finlandia y Estados Unidos. El 48% de los envíos van a Europa. También exportan a Asia, donde Japón se ha convertido en un lugar muy atractivo.En el segmento de vinos orgánicos tienen el 60% del mercado chileno. A partir de 2015, las ventas han crecido, anualmente, 7% en promedio. El 2017, las utilidades, antes de impuestos, totalizaron $1.607...
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