'Para un independiente es muy difícil entrar a la política'
En esta primera entrevista, a un mes de ese episodio, Golborne habla con "El Mercurio" y repasa uno de los capítulos más difíciles de su candidatura interrumpida luego del fallo de la Corte Suprema que condenó a Cencosud por alzas unilaterales de las comisiones a los clientes de la tarjeta Jumbo Más en 2006, cuando él era gerente general del holding . A eso se sumó el que se conociera de sus inversiones en Islas Vírgenes, que mantiene a través de la sociedad Sunford Managment Corp.
"Esa noche fue pura emoción. Después de la sede de la UDI, nos fuimos al comando hasta donde llegaron unas 200 personas que se sintieron motivadas espontáneamente a ir a saludarnos: amigos, parlamentarios, familiares, personas que habían trabajado con nosotros que fueron a acompañar. Fue muy lindo. Comimos unas pizzas, tomamos bebidas, ahí recordamos, nos reímos, lloramos, nos abrazamos y compartimos un momento muy íntimo. Se cayeron lágrimas especialmente cuando le agradecimos el compromiso a Luz Granier, quien en medio de la campaña vivió una experiencia personal muy fuerte con la pérdida de su marido y que logró seguir adelante con su pena a cuesta".
Ese fue el último día que se le vio públicamente. Dice que en estos días ha recibido el apoyo de quienes apostaron por él. "Es necesario explicar las circunstancias de mi bajada y reiterar los argumentos ante las injustas acusaciones que se hicieron. Sin embargo, siempre es bueno decantar las cosas antes de analizarlas con mayor profundidad y había que dar los espacios para que la nueva candidatura se desplegara adecuadamente, sin intervenir yo en la escena política", se excusa.
Esta es su versión de los hechos. "Lo que ocurre con el fallo de Cencosud, y, posteriormente, del BancoEstado, simplemente gatilla una situación mucha más profunda que tiene que ver con la convicción de llevar a un candidato independiente hasta la presidencial. Esa situación nunca fue fácil y para llevarla adelante se requería mayor convicción de la que existía. Yo hice un planteamiento muy claro: mi compromiso era llegar hasta el final y quería una contrapartida igualmente comprometida, y si esas condiciones no estaban era mejor tomar otras decisiones. Así abiertamente lo conversamos.
-¿Le sorprendió la rapidez con que la UDI cambió de candidato?
-No, las cosas no pasaron tan rápido. Esta es una conversación que sostuvimos desde el día viernes y, en forma permanente, el sábado y el domingo. Y el lunes fue simplemente la resolución final. Ahora, la forma en que se planteó y la forma en que se hizo ese día lunes, ciertamente no fue la más adecuada.
-¿Por qué?
-Porque se pudo haber hecho de una manera distinta, en que hubiese habido una mayor consideración para quien había actuado en forma leal y comprometida por una causa, pero en política las cosas ocurren como se dan. Yo soy una persona que miro hacia delante, no me quedo pegado en el pasado ni en pequeñeces.
-¿Lo ocurrido reveló lo débil que era su candidatura?
-La debilidad de mi candidatura estaba basada en la falta de convicción de la UDI para llevarla hasta el final, esa es la realidad.
-¿Qué errores asume usted?
-Uno de los errores importantes fue haber salido tanto tiempo antes del gobierno. Una campaña tan larga hasta noviembre o diciembre de este año es algo inédito. Lo dijimos en un minuto, la campaña iba a empezar cuando llegase la candidata socialista lo que ocurrió a fines de marzo. Como dice un dicho popular, que me gusta, "para vender barquillos tiene que haber misa". Y, lo segundo, debí exigirle al partido un mayor nivel de compromiso desde el principio en el plano económico, logístico y político para llevar adelante esta candidatura. Hubo muchas personas a las cuales les planteé que se...
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