Incorporar el pensamiento computacional al aula es un nuevo desafío para la educación
"El pensamiento computacional es un proceso a través del cual resolvemos un problema, utilizando habilidades propias de las ciencias de la computación, como son la descomposición, el reconocimiento de patrones y la abstracción. Mediante esta forma de pensar se aprende sobre lógica, solución de problemas y se despliega la creatividad", explica Mónica Retamal, directora ejecutiva de la Fundación Kodea y una de las personas detrás de la Hora del Código, iniciativa que invita a que los colegios dediquen una hora al día, a enseñar programación a niños desde prebásica a enseñanza media.
Capacidad de análisis
"En Chile hay algunas iniciativas en colegios que son extracurriculares. Son contadas las experiencias orgánicas donde la programación y la enseñanza de las ciencias de la computación son parte del currículum escolar; más bien han ido 'por fuera de la autopista'", indica.
En Inglaterra, el objetivo de enseñar pensamiento computacional pasó a ser parte de la malla escolar en 2014. Le siguieron países como Dinamarca y Alemania, además de Argentina, en Latinoamérica.
"El pensamiento computacional es el proceso que permite formular problemas, de forma que sus soluciones pueden ser representadas como secuencias de instrucciones y algoritmos. Es el proceso de reconocimiento de aspectos de la informática en el mundo que nos rodea y la aplicación de sus herramientas y técnicas para comprender y razonar sobre los sistemas y procesos, tanto naturales como artificiales", plantea Mónica Geller, directora de Engineering for Kids (EFK) Chile.
Según explica, aunque la idea del pensamiento computacional se tiende a asociar al uso de pantallas, lo cierto es que "es posible desarrollarlo desde cualquier disciplina y haciendo uso de otros recursos educativos, no solo la programación".
Un clásico ejemplo es pedir a los niños que creen un robot con piezas de lego, diciéndoles que identifiquen cuáles son los patrones de construcción a seguir.
En el caso de que sí se usen computadores, las opciones pasan por probar de manera lúdica aplicaciones móviles, hasta interactuar con un lenguaje de programación avanzado, como JavaScript o Scratch.
"Los alumnos logran aprender pensamiento computacional al dar solución a distintos problemas de forma lógica, secuencial y siguiendo una estructura", comenta Elizabeth Pérez, profesora del Instituto O'Higgins de Maipú y una entusiasta de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Tanto así, que incluso desarrolló...
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