El incierto rayado de cancha del fútbol femenino
I ona Rothfeld, ex seleccionada nacional y fundadora de la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (Anjuff), lo recuerda. Era verano de 2014. La Selección Femenina de Chile se preparaba para participar en los X Juegos Suramericanos (Odesur) que se realizaban en Santiago. Paralelamente, la Sub 16 masculina también competiría en ese torneo. Mientras ellos, comenta Iona Rothfeld, eran transportados por el bus Coca-Cola y descansaban en las camas del Complejo Juan Pinto Durán, las seleccionadas femeninas llegaban a los entrenamientos por su cuenta y reposaban en colchonetas en las salas del Instituto Nacional del Fútbol, Deporte y Actividad Física (INAF), en Peñalolén.-Se me quedó muy grabado eso, porque era ridículo. Creo que ellos no sacaron medalla, pero nosotras llegamos a la final con medalla de plata -dice Rothfeld, y agrega:-Salimos de ese proceso muy dolidas.Iona Rothfeld tiene 29 años. Jugó en Universidad Católica y Audax Italiano. Estudió Ciencias Políticas en la St. Thomas University de Miami. En julio de 2016, con la idea de mejorar las condiciones en las que se desarrolla el fútbol femenino y sus jugadoras, Iona Rothfeld fundó junto a otras futbolistas la Anjuff.-Comenzamos a levantar esta idea de una organización que hable por nosotras, porque no lo estaba haciendo el Ministerio del Deporte, ni la ANFP ni la Federación. Si no lo hacíamos, nadie lo iba a hacer.La Anjuff representa a todas las jugadoras del Campeonato Nacional de primera y segunda división, y tiene a más de doscientas afiliadas.El año pasado esta asociación realizó un revelador estudio sobre las condiciones en las que se desarrolla el fútbol femenino. En octubre, junto a la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, lanzó la "Radiografía del fútbol femenino en Chile". Ahí se manifiesta que las principales diferencias entre el fútbol masculino y femenino son las brechas salariales y la diferencia de condiciones entre ambos géneros. Materias como la falta de un contrato para las jugadoras, entrenamientos en canchas deficientes y ausencia de un cuerpo técnico destacan en el informe.Según este estudio -realizado a una muestra de 520 jugadoras de más de veinte clubes-, el 83% de las jugadoras no recibe remuneración, y expone que solo el 4,4% de las jugadoras tiene un contrato laboral con el club que le pertenece.-El fútbol es una industria y la gente mueve plata gracias a nosotras, pero no recibimos nada de eso. Los entrenadores ganan, los coordinadores ganan plata, el club gana plata, pero las jugadoras juegan gratis.Iona Rothfeld dejó el fútbol durante varios años. Pero cuando lo hizo tuvo que compatibilizar con sus estudios y con trabajo ligado a centros deportivos estudiantiles, como bartender , volanteando, siendo Uber, vendiendo fruta congelada o recogiendo scooters electrónicos. Ahora retomó siendo sparring -es decir, entrena con el equipo principal- en Universidad de Chile, con la esperanza de volver a jugar. Pero lo cree difícil.-Jamás recibí un peso por jugar al fútbol. Estoy tratando de volver a las canchas, pero creo que haber creado la asociación tuvo consecuencias...
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