Incertidumbres y el riesgo de una nueva normalidad - 8 de Diciembre de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 828822721

Incertidumbres y el riesgo de una nueva normalidad

Una ciudadanía agotada recibe con alivio la relativa disminución en el número e intensidad de los actos violentistas observada esta semana, pero la situación continúa siendo preocupante. Desde luego, la ocurrencia cada tanto de hechos como el ataque a una tenencia de Carabineros en La Granja, la noche del jueves al viernes, o los desmanes que acompañaron las manifestaciones de este último día, vienen a recordar que la violencia no ha terminado. Antes bien, abren la interrogante respecto de hasta qué punto su persistencia o disminución dependen de la voluntad de quienes la promueven y protagonizan, más que de la capacidad del Estado para enfrentarla. Pero incluso aunque el país estuviera efectivamente viviendo la fase final del ciclo de agitación iniciado el 18 de octubre -cuestión por ahora incierta-, las preguntas sobre su origen, el modo en que se desarrolló y la nunca imaginada magnitud del reto al orden público que llegó a representar impiden disipar la inquietud. Más aún, la posibilidad de que como corolario de esta crisis quede instalada la idea de que la violencia constituye un método eficaz para promover el cambio, es un peligro real que puede terminar lastrando el desarrollo democrático. Es por eso que el esclarecimiento de todos estos hechos y del posible grado de organización tras ellos, así como el establecimiento y sanción de las responsabilidades involucradas, constituyen un deber de Estado, un desafío que compromete a todas sus instituciones.Por ahora, esa violencia y sus efectos han ido creando una nueva cotidianidad, en la que deben moverse diariamente los chilenos, sin más alternativa que la resignación ante el grave deterioro sufrido en su calidad de vida. Tal normalización de lo anómalo encuentra un paralelo en la actitud de ciertos sectores políticos cuyo discurso ha ido asumiendo como aceptables acciones que representan un quiebre violento de la legalidad, desde las evasiones masivas hasta las barricadas. Si tales planteamientos no sorprenden cuando vienen de quienes ya el 19 de octubre pedían la renuncia del Presidente elegido por los chilenos, sí llama la atención que los hagan suyos otros sectores. Parece haberse instalado así, en una parte del mundo político, un vértigo radicalizador -o al menos una incapacidad para marcar distancia de este-, fenómeno que, de persistir, se erige en otro factor de incertidumbre hacia el futuro.Avance en proceso constituyente, pese a todoPrecisamente por eso, por la abundancia de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR