Incertidumbre en Ucrania - 8 de Septiembre de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 527181722

Incertidumbre en Ucrania

Hasta último momento se puso en duda que las negociaciones llevadas a cabo el viernes en la capital bielorrusa de Minsk, entre representantes de Ucrania, los secesionistas del Donbass, Rusia y la Organización de Seguridad y Cooperación Europea, OSCE, llegaran a puerto. Varios días de dimes y diretes, con llamadas telefónicas y declaraciones cruzadas de Vladimir Putin y Petro Poroshenko, que aseguraban y desmentían cualquier acuerdo, llevaron a momentos de gran nerviosismo, justo cuando en Gales se desarrollaba la reunión de la OTAN, y los europeos y norteamericanos afinaban nuevas sanciones económicas a Rusia. Pero hubo indicios positivos.

Que la Alianza Atlántica resolviera no apoyar militarmente a Kiev, fue un paso clave. La cláusula de defensa colectiva se activa solo si el agredido es un país miembro; en este caso, Ucrania no lo es. Este anuncio no pareció casual: obviamente, fue una concesión a Moscú, que exige la neutralidad de Ucrania. Era de realismo político hacerlo, por cuanto si algo gatilló la reacción airada del Kremlin contra Kiev, y su involucramiento directo o indirecto en los combates, fue precisamente el acercamiento económico a Europa, que Putin interpretó como un primer paso para postular a una adhesión a la OTAN.

Inesperado fue que, ese mismo día, los rebeldes que luchaban en el este de Ucrania y que habían tenido una buena semana de éxitos militares -gracias a los refuerzos rusos- declararan que ya no buscarían la independencia de la región, sino un estatus especial, en el que Kiev reconociera las singularidades de las minorías rusohablantes, y por tanto sus derechos especiales.

Hasta la semana pasada había poco optimismo entre políticos, diplomáticos y analistas. Putin había advertido que podría llegar en dos semanas con sus tropas hasta Kiev, si se lo proponía, y de hecho, ante los avances de las fuerzas ucranianas, sus soldados que estaban en "ejercicios" al otro lado de la frontera entraron en combate. Por su parte, los ucranianos hacían lobby para que EE.UU. y Europa les dieran apoyo militar. Incluso algunos analistas extremos especulaban que, en caso de que el conflicto se extendiera, Putin podría considerar el uso de armas nucleares.

Un país neutral en la frontera rusa

Con el protocolo firmado se aclaran las intenciones de Putin. Moscú nunca se ha conformado con que ex miembros del Pacto de Varsovia hayan cambiado de bando, en especial las repúblicas bálticas. Para una Rusia debilitada tras el derrumbe de la...

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