Incertidumbre total a un año de las elecciones en Brasil
La prensa local compara el contexto de la disputa de 2018 con el de 1989. Aquel año estuvo marcado por una fuerte crisis económica y política: la ciudadanía volvía a las urnas tras más de dos décadas de dictadura, y terminó por elegir a Fernando Collor de Melo, un independiente reacio a la política tradicional, como Presidente. Ahora, Brasil recién está saliendo de más de dos años de recesión, Michel Temer es el Mandatario más impopular desde la vuelta a la democracia (3%) y cientos de políticos están manchados por escándalos de corrupción.
La complejidad del escenario se reflejó en la última encuesta Datafolha, del 30 de septiembre. En el mismo sondeo en el que 87% de las personas afirmó que quieren elegir a un Jefe de Estado que nunca se haya involucrado en tramas de sobornos, el ex Presidente Lula da Silva -condenado en primera instancia a nueve años y medio de cárcel por corrupción e imputado en otros dos casos- aparece como líder absoluto en la carrera electoral. Un 35% de los encuestados votaría en él en la primera vuelta y el ex Mandatario ganaría contra todos los adversarios en un balotaje.
Lula ya inició su campaña, como si la condena en segunda instancia nunca fuese a llegar. En agosto hizo una gira por el noreste (bastión político de su Partido de los Trabajadores, PT), y desde entonces ha vuelto a estar presente en actos sindicales. "Yo estoy tranquilo. Quienes deben estar preocupado son ellos (los fiscales), porque hablan mal de mí por la mañana, en la hora del almuerzo, en la noche, sábados, domingos y feriados. Y cuando ellos hacen una encuesta, quien está al frente es Lula, porque Lula son millones", dijo este lunes.
"Da Silva trata de rearticular los lazos rotos con la sociedad civil tras el impeachment (de la ex Presidenta y ahijada política de Lula, Dilma Rousseff). Con esos actos, él se mantiene en la vida política, genera noticias y se muestra como una alternativa electoral en un afán de poder influir en su condena", comenta Lincoln Secco, autor de "La historia del PT".
En un balotaje con Lula, el único candidato que se acercaría, según Datafolha, sería el juez Sergio Moro, responsable de la investigación del caso Petrobras. De acuerdo con el sondeo, el ex líder sindical tendría 45% de las intenciones de voto y Moro, un 42% (empate técnico). Pero el juez descartó esta semana tener ambiciones políticas: "las encuestas con mi nombre están perdiendo su tiempo, porque la candidatura no va a ocurrir".
¿Quiénes podrían...
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