La incertidumbre es la sensación común que invade a los chilenos recién doctorados
Tras entrar a estudiar Ingeniería en Biotecnología Molecular en la Universidad de Chile y doctorarse en Biología Celular Molecular y Neurociencias en la misma casa de estudios, De Calisto decidió hacer una estadía doctoral en Estados Unidos, a lo que sumaría un posdoctorado.
Casado y con una hija de un año, en 2014 decidió volver al país. Fue una decisión difícil.
"El tema de retornar a Chile fue siempre algo que nos complicó a muchos. Principalmente por la incertidumbre de la inserción laboral y el apoyo económico inicial para poder establecer un laboratorio", explica el académico, quien desde hace dos semanas ejerce como profesor asistente en la Facultad de Odontología de la Universidad Mayor.
"Existen algunos concursos de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt) y Corfo orientados específicamente a la inserción de los científicos en el mundo laboral, ya sea académico o en la industria. Lamentablemente, somos tantos los que queremos o debemos volver, que estos dineros se hacen insuficientes", dice con frustración.
Se estima que el país tendrá cerca de 4 mil doctores en 2018. De ellos, muchos se especializan en el extranjero gracias al programa de Becas Chile, que existe desde el año 2008. Para hacer uso del beneficio, el requisito es volver al país al poco tiempo de obtener el grado. De lo contrario, está estipulado que la persona debe devolver el dinero que el Estado gastó en su formación (ver cifras).
Cuello de botella
"El Estado chileno gasta más de 100 mil dólares en preparar a un investigador sin ninguna finalidad más que aumentar sus números ante la OCDE", comenta Fernando Valiente (34), bioquímico de la Universidad de Santiago y doctor en Microbiología con un posdoctorado de Canadá. Para cumplir, dice, solo es necesario "emitir un certificado de residencia cada seis meses; esa es la política actual de retribución".
El problema es extremadamente complejo, comenta. "Tienes, por un lado, a los investigadores en posgrado que se perfeccionan fuera del país que quieren volver, pero todos se olvidan de los investigadores en posgrado que se perfeccionaron en Chile, que también tienen que insertarse. Acá es precisamente donde se produce el cuello de botella, porque la demanda es muy grande para una oferta casi inexistente", explica Valiente, quien también es coordinador de la iniciativa +Ciencia para Chile.
La falta de recursos y la poca voluntad política por generar cambios en el mundo de la investigación...
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