Incertidumbre en Ecuador - 4 de Abril de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 675599169

Incertidumbre en Ecuador

Si se confirman las cifras entregadas por el Consejo Nacional Electoral y Lenín Moreno es proclamado como el próximo Presidente de Ecuador, Rafael Correa podrá celebrar que su gobierno de más de diez años, un referente de los "socialismos del siglo XXI", tendrá continuidad, y que él mismo quedará por encima de las investigaciones por casos de corrupción que se han iniciado contra personeros de su administración.

En cualquier país, los resultados de segunda vuelta suelen ser muy estrechos, y en este caso ello dio pábulo para que el derrotado Guillermo Lasso pusiera en duda el triunfo oficialista, apoyado en que varias encuestas a boca de urna lo dieron como ganador, mientras que solo uno de esos sondeos fue encabezado por Moreno. En una sociedad tan dividida como la ecuatoriana, la falta de credibilidad de las autoridades para la mitad de la población juega en contra del tranquilo desarrollo de un proceso electoral. El CNE tendrá que validar sus cómputos y resolver de la forma más transparente las dudas opositoras, a riesgo de que el próximo Presidente pierda legitimidad para ejercer el cargo.

En el intertanto, Moreno actuaba ayer como Presidente electo a pesar de que el CNE todavía no lo proclamaba. Asistió al cambio de guardia en el palacio presidencial y recibía las felicitaciones de sus colegas latinoamericanos; entre ellos, Bachelet, Ortega, Morales, Maduro, Kuczynski y Peña Nieto. Ese reconocimiento internacional es un golpe para Lasso y para su objeción a los resultados por supuestas irregularidades en el conteo.

A pesar de que a Moreno se lo considera el delfín y continuador de Correa, su gobierno puede ser diferente en muchos aspectos al del actual Mandatario. En primer lugar, porque no es un caudillo político como Correa, quien copó todas las esferas públicas con su estilo confrontacional y su dialéctica populista. Pero además porque las condiciones políticas y económicas no son las mismas. La década estuvo marcada por los altísimos precios del petróleo, que probablemente no se repetirán, y por una unidad ideológica en la región que ya no existe. Con el cambio de signo político en Brasil y Argentina, con la grave crisis en Venezuela y la lenta pero persistente...

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