Impuestos y transferencias en el nuevo contrato social - 10 de Noviembre de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 825716493

Impuestos y transferencias en el nuevo contrato social

Una salida, positiva y duradera a la crisis político-social que atravesamos, exige lidiar con diversos elementos. Hay demandas económicas, como mejores pensiones y salarios; existen abusos y privilegios que requieren de nuevas reglas y procedimientos; la distribución del ingreso, que mejoró algo en los 2000, continúa siendo injusta; y enfrentamos también problemas de participación y representación que necesitan cambios institucionales profundos, incluso una nueva Constitución.¿Cuál es el rol de los impuestos en el nuevo contrato social que está por construirse?El más importante es aumentar la recaudación para financiar más y mejores prestaciones sociales, especialmente más transferencias (es decir, traspasos de dinero) a personas en necesidad.Los impuestos deben ayudar, también, a mejorar directamente la distribución del ingreso (a través de quien los paga) aunque, como veremos, ello no debe hacernos perder el foco en recaudar y transferir más. Por cierto, también hay que procurar distorsionar lo menos posible el funcionamiento de la economía. Necesitamos que el tamaño de la torta aumente.La ruta no es fácil. Pero es un camino que muchos países han recorrido, de manera gradual y persistente.A menudo se argumenta que lo primero que se debe hacer es mejorar la eficiencia del gasto y que la fuente más relevante de la nueva recaudación es el crecimiento. Ambas ideas son tan solo parcialmente correctas. Nuestro Estado puede, y debe, ser más eficiente. Y sin crecimiento es difícil imaginar una sociedad que prospere con equidad.Sin embargo, a medida que la economía crece, las personas demandan más bienes públicos, lo que requiere de nuevos recursos. Además, el costo de proveer los mismos bienes también aumenta (por ejemplo, los sueldos del personal de salud). El crecimiento es necesario, pero no suficiente. Tendremos que aumentar la carga tributaria.Los casos de Australia y España ilustran el punto. Estos dos países (y muchos otros) aumentaron la recaudación de manera sistemática, sin saltos bruscos, y con un norte claro.En tan solo dos décadas, desde 1970 a 1989, Australia aumentó su carga tributaria en más de 7 puntos del PIB (de 20,7 a 28%). En 1970 el ingreso per cápita de Australia era igual al nuestro de 2010.En el caso de España, en las dos décadas que van desde 1982 a 2001, la carga tributaria aumentó en 9,3 puntos del PIB (de 23,5 a 32,8%). En 1982 el ingreso por persona de los españoles era similar al que teníamos nosotros en 2005.Todo...

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