El impacto de la decisión en Bruselas - 19 de Abril de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 677438449

El impacto de la decisión en Bruselas

La convocatoria va a tener un efecto innegable en las negociaciones sobre la ruptura con la UE, pero no está claro en qué grado. Bruselas trabaja sobre dos certezas: la primera, que el fondo no va a cambiar. Pase lo que pase, habrá Brexit, las discusiones van a ser largas y tensas, y tendrán consecuencias permanentes. La segunda, que si hay elecciones el 8 de junio, las negociaciones tendrán que retrasarse entre un mes y seis semanas.

Cambio de mentalidad

Hasta el año pasado, la UE hizo lo posible por mantener a Reino Unido en el bloque.

Tras el envío de la carta formal que invocaba el Artículo 50, el pasado día 29, todo cambió. Y como explicaba el jefe de filas del Partido Popular en la Eurocámara, "ahora solo importan 440 millones de europeos". Por ello, hasta cierto punto, quien esté en Downing Street no cambia tanto. Por eso mismo, a diferencia de antes, los líderes se complican menos. Un buen ejemplo es la actitud del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Desde su cuenta oficial explicó ayer a las 13:29 horas que había mantenido "una buena conversación con May sobre las próximas elecciones británicas". En su cuenta personal, apenas ocho minutos antes, se había burlado de la situación afirmando: "Hitchcock es el que ha dirigido el Brexit: primero un terremoto y luego la tensión va en aumento".

El retraso

Las elecciones del 8 de junio van a retrasar las negociaciones sobre el Brexit. El 29 de abril, los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 se verán en Bruselas en una cumbre extraordinaria para establecer las bases de la negociación con Londres y perfilar el mandato de Michel Barnier, el negociador europeo para el Brexit. Donald Tusk envió a todas las capitales y después hizo públicas, a fines de marzo, las directrices para ese proceso.

Las líneas generales serán las mismas, pero puede haber retoques. Tras la Cumbre del 29, la pelota pasaría a Barnier, que desde la Comisión Europea haría un esbozo, una propuesta de cómo actuar, por dónde empezar. Y los Estados miembros, seguramente usando como marco el llamado Consejo de Asuntos Generales, que reúne regularmente a ministros o secretarios de Estado, es el que debe dar en última instancia la luz verde. La idea era intentar ponerlo todo en marcha para el Consejo del 16 de mayo, pero ahora los diplomáticos han marcado una segunda fecha: el 20 de junio, con otro Consejo de Asuntos...

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