La imbatible mujer de Radrigán
Quien habla es la actriz Silvia Marín (59), la imbatible mujer de Juan Radrigán.
Radrigán Marín
-Nos conocimos como todos se conocen. En nuestra relación no hay nada que no haya en otras. Somos una pareja normal. Silvia me manda a la feria y yo voy a la feria.
Juan Radrigán (78), dramaturgo y Premio Nacional de Artes de la Representación, se refiere al momento impreciso en el que se cruzó, por primera vez, con Silvia Marín. Ella tenía 23 años y él, 43. Ella estaba recién casada y debutaba en las tablas santiaguinas. Él era un quiosquero, vendía libros usados en el Parque Almagro, y había sido recién descubierto por una compañía teatral que montaba uno de sus primeros textos. Pero Juan no revela más detalles. Está en la terraza del café El Biógrafo, en Lastarria, el lugar que ha definido como "su oficina". Aquí viene a reuniones. Lo dejan fumar y a él le gusta fumar. El resto del tiempo se lo pasa escribiendo en su departamento en calle Copiapó, donde vive con Silvia y su hija, Rocío, quien nació el 1997, cuando él tenía 60 años y ella 41.
Rocío Radrigán Marín "habla poco, lee mucho y tiene el mismo humor de Juan", dice su madre. Tiene 18, es fanática del animé, ocupa lentes de contacto de varios colores y va a estudiar inglés y japonés.
Los Radrigán Marín son un equipo. Para ubicar a Juan hay que llamar a Silvia. Él no usa celular. Silvia y Rocío pasan al computador las redacciones de Juan. Él no escribe si no es en papel.
-Todo tiene que pasar por acá -dice Juan tocándose el brazo a lo largo-. ¿De dónde viene la sangre?
Juan le pide consejo a Silvia cuando está escribiendo y ella recibe consejo de él cuando está ensayando. "Haz un quiebre acá, estás muy dramática, aquí hay que ser una leona", le dice. Se enojan, como todas las parejas, pero Juan la apoda "Mata de odio" y a Silvia le da risa.
Trabajan juntos. La última vez lo hicieron para "El príncipe desolado", presentada en enero en Matucana 100. La puesta en escena fue de Rienzi Laurie, el único hijo del primer matrimonio de Silvia, hoy productor teatral. Rienzi es uno más del clan. Como tantas veces, la obra la escribió Juan, y Silvia encarnó uno de sus personajes principales.
Primer acto
Se conocieron cuando Silvia interpretaba la obra "Mariposa debajo del zapato", de Miguel Littin. Era 1980. Su papel era el de una víctima de una violación sexual. Silvia venía de Concepción, había desertado de de Ingeniería, que había estudiado para complacer a su padre.
Los ensayos se hacían en Bulnes 188, el mismo lugar donde Juan Radrigán, veinte años mayor, trabajaba en su obra "Cuestión de ubicación". Juan la observaba en secreto. Silvia sabía de Juan; sabía que a pesar de su edad era un autor que se abría camino. La había conmovido su texto "Testimonios de las muertes de Sabina", sobre un matrimonio que subsiste gracias...
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