Icarito en el Congreso - 10 de Septiembre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 692975969

Icarito en el Congreso

¿Hay motivos para enojarse nuevamente con nuestros diputados y senadores? Me temo que hay que ir por partes, porque el tema tiene más aristas de las que aparecen a primera vista. Cualquier persona que pide un informe quiere que este sea original. A nadie le gusta aparecer citando párrafos de Wikipedia o Icarito sin saber lo que está haciendo. Nuestros honorables no son una excepción, salvo Osvaldo Andrade, que dice que esta práctica le da lo mismo, siempre que el informe le sirva, y Sergio Aguiló que, a propósito del trabajo que encargó señaló que "no solo estoy feliz, estoy orgulloso (del estudio). Así debieran ser todos los informes". De modo entonces que, descartados esos casos anómalos, los parlamentarios son las primeras víctimas en estos abusos que se pagan con el dinero de todos los chilenos, y no deberíamos descargar nuestra ira sobre ellos.

Además, dudo que entre sus múltiples obligaciones legales esté la de someter los trabajos que reciben a la inspección de un software especializado en detección de plagios (los hay gratuitos). Ojalá lo hicieran, de manera aleatoria, y después de esta mala experiencia seguramente empezarán a encargarles esta tarea a sus asesores, si no la realizan personalmente. Quienes omitan esta elemental precaución se exponen a pasar vergüenza.

En este contexto, la defensa corporativa del Senado, donde se inició la historia con los plagios detectados en los informes a Guillier, no parece ser una idea particularmente luminosa. Mejor sería que gastaran unos minutos en explicarles a los electores que la trampa no la hacen ellos, sino que simplemente la sufren.

Con todo, esa reacción aparentemente infantil puede revelar dos culpas más profundas. La primera tiene que ver con la frivolidad de algunos parlamentarios a la hora de elegir los asesores y las consultoras cuyos servicios requieren. Seguramente los niños del curso Décimo B del Colegio Champagnat de Colombia están muy orgullosos de saber que un trabajo suyo ha sido plagiado en un informe de Estudio Tigris para el diputado Ceroni. Pero si hicieran la conversión de monedas, se darían cuenta de que los $ 54.000.000 que, según Mega, se pagaron a esa consultora entre 2015 y 2016, son un montón de plata, que les habría financiado un viaje de estudios a todo el curso por Chile y un par de países aledaños. Nuestros parlamentarios no pueden eludir la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR