Los hundidos y los salvados
| Autor | José Alberto Allende P./Felipe Ignacio Vega G. |
| Cargo | Director Editorial/Director Editorial |
| Páginas | 3-4 |
Los hundidos y los salvados
Ese fue el título que el ensayista italiano, Primo
Levi, escogió para uno de sus libros. En esta
columna queremos referirnos a los salvados.
Cuando partió el año 2021, el panorama era
aterrador. Por un lado, la pandemia estaba
resucitando con inesperada agresividad, luego
de un verano en que las cifras habían bajado
bastante, y en el que habíamos vuelto a
apreciar ―al menos en parte―, lo que alguna
vez conocimos como la normalidad. Pero, al
llegar marzo, todo comenzó a cambiar
rápidamente: en cosa de semanas, en
cumplimiento de las medidas sanitarias
dispuestas por la autoridad, nos vimos
nuevamente encerrados en nuestras casas, y
nadie tenía mucha claridad de lo que vendría
para adelante.
Por otro lado, el año 2021 empezó con un
evidente grado de incertidumbre en lo político,
debido al proceso constituyente iniciado meses
atrás con el triunfo del “Apruebo” en él
plebiscito de octubre del año 2020. Para bien o
para mal, las reglas del juego que nos habían
regido durante las últimas décadas serían
sometidas a evaluación, y todo indicaba que
muchas de ellas terminarían siendo cambiadas.
En ese entonces, el panorama a nivel
empresarial era de mucha alarma y cautela; y
así lo reflejaban las multimillonarias remesas al
exterior y el repentino congelamiento en planes
de inversión por parte de las empresas. Por
todo ello, el dólar estaba por las nubes y
nuestra Bolsa de Valores se alejaba cada vez
más de los máximos históricos que había
alcanzado unos años atrás.
Pero volvamos a la Pandemia. Es un hecho
que las cosas han ido de menos a más durante
el año 2021 en lo que respecta al combate
contra el Covid-19. Los encierros no duraron
mucho, y poco a poco el país fue abriéndose y
recuperando su actividad. Mención especial en
ese proceso merece la gestión desplegada por
el gobierno para asegurar las dosis suficientes
para vacunar a toda la población; lo cual, bien
sabemos, terminó por salvar la vida de miles de
personas, y permitir una recuperación más
rápida de la empresa y del empleo. En ese
mismo sentido, no está de más reconocer el
comportamiento de toda nuestra sociedad en
el proceso, ya que es un hecho que países más
ricos que Chile ―con mayor acceso a
vacunas―, incluso hasta hoy tienen tasas de
inoculación más bajas que nosotros.
Lamentablemente, los avances en materia
sanitaria no se replicaron con la misma fuerza
en el plano político. Todo lo contrario.
Si continuamos con la cronología, veremos
que en mayo de 2021 tuvo lugar la elección de
Convencionales Constituyentes, algunos de los
cuales hicieron un flaco favor por calmar las
aguas;declaraciones y actuaciones bastante
desafortunadas, que terminaron por
convencer, a lo menos a un importante sector
de la población, que los tiempos de
estabilidad simplemente nos habían
abandonado. Ello llevó a que a las sostenidas
alzas del dólar y caídas de la Bolsa, se
sumaran los multimillonarios retiros de
dividendos pactados por las principales
empresas del país;un hecho sin precedentes, a
lo menos, si consideramos la historia reciente
de nuestro país. Chile, según afirmaron
algunos, se aprestaba para lanzarse al abismo.
Fue en medio de ese ambiente de
pesimismo e incertidumbre económica que
llegó la elección del 21 de noviembre de 2021,
en la que no sólo debíamos elegir presidente
(o a los presidenciables que pasarían a la
segunda vuelta), sino que también a los
congresistas que se sentarían en el Senado y
la Cámara de Diputados por el siguiente
período. Sin embargo, a diferencia de todas las
elecciones pasadas, en ésta había algo más en
juego: por ambos lados, quienes aparecían
punteando en las encuestas, eran los
candidatos de más a la izquierda y más a la
derecha, lo cual sólo contribuía a aumentar la
polarización.
José Alberto Allende P.
Director Editorial
Felipe Ignacio Vega G.
Director Editorial
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba