La huelga como instrumento político - 24 de Abril de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 567230370

La huelga como instrumento político

El paro de advertencia de los sindicatos portuarios, forestales, del cobre y de la construcción, por su rechazo a las indicaciones del Ejecutivo al proyecto de reforma laboral y a la oposición del movimiento empresarial, así como el bloqueo del acceso al aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez por un grupo de trabajadores de Lan en huelga legal, pueden ser signos de que la exaltación de la presión sindical como instrumento redistributivo ya puede estar provocando efectos reales.

En nuestra actual legislación, la huelga es aceptada solo como un recurso extremo en las negociaciones, debido al evidente daño que suele provocar sobre terceros, tanto sobre los trabajadores no huelguistas como sobre consumidores y proveedores de la empresa afectada. Para aminorar tales efectos, bajo ciertas condiciones, el reemplazo temporal de los huelguistas es permitido, lo cual en ningún caso significa que aquella pueda operar en forma normal. Aunque costosa, su función es transparentar, a ojos de empleadores y empleados, la productividad específica atribuible a los trabajadores paralizados y, por tanto, ayudarles a acordar remuneraciones equivalentes a su real aporte a la marcha de la empresa.

No es así, sin embargo, como ve el proyecto de Gobierno el rol de la huelga. La visualiza como arma de presión que permitiría a los trabajadores captar una mayor fracción de la renta generada en las empresas. No es de extrañar que ese predicamento lleve a algunos a estimar insuficiente la reforma propuesta. Si la negociación colectiva y la huelga ya no son solo para apreciar al interior de la empresa la productividad de los trabajadores y su justa remuneración, sino un instrumento de la política de redistribución de ingresos, es entendible que la CUT -y no pocos parlamentarios oficialistas- considere contraproducente el que durante la huelga deban mantenerse operativos ciertos servicios mínimos, que el piso en las negociaciones no sea reajustable por IPC e incluso que no resulte obligatorio...

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