Hoy la ciencia y la tecnología se miran y se tocan en los museos de Chile y el mundo - 30 de Enero de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 554801406

Hoy la ciencia y la tecnología se miran y se tocan en los museos de Chile y el mundo

Hay un detalle: la ballena del museo chileno es real y fue trasladada en tren y en carretas a fines del siglo XIX, desde Valparaíso a Santiago, mientras que el Diplodocus está hecho en yeso, aunque también data de la misma época. No obstante eso, el MNHN también está en un proceso de cambios. Fundamentalmente, como consecuencia de los daños sufridos por el terremoto de 2010. Y si bien el primer piso fue renovado, todavía queda arreglar el segundo, lo que supondrá una operación mayor, que tardará años y millonarios recursos.

Salto cualitativo

El ejemplo de que eso será así está a la mano: el Museo de Historia Natural de Valparaíso acaba de ser reabierto en noviembre pasado, en el Palacio Lyon en esa ciudad, tras 10 años de trabajo y cerca de $5 mil millones de inversión pública.

"Y logramos dar un salto cualitativo, porque no solo es muy estético, además, incorpora muchas cosas para tocar y oler, animaciones, videos, hay pantallas touch ", explica Andrea Muller, coordinadora de exhibiciones de la Subdirección Nacional de Museos.

Esta transformación, explica, es fruto de un plan nacional que, entre otras cosas, apunta a convertir a los museos no solo en lugares de exhibición de piezas, sino también en lugares para la entretención. Y así lo han logrado, pues para dar un dato, en una tarde de hace una semana pasaron por ahí 3.500 personas. Este plan incluye renovación de otros museos y generación de algunos nuevos, porque la idea es que haya al menos uno por región.

"Los museos están muy vivos y cuando alguien encuentra uno bueno, se pasa el dato. Así que esa imagen de pasillos vacíos no es para nada así", sigue Muller. Por lo menos, no en los de ciencia, naturaleza, innovación y tecnología, donde los niños son el público más numeroso, bullicioso y agradecido.

Hasta un televisor en blanco y negro de los años 80, con un imán, atrae la curiosidad de un niño que, probablemente, nunca vio un aparato así. Y que sí puede encontrar en el Museo de Ciencia y Tecnología en la Quinta Normal (corporación privada, con financiamiento municipal), donde sobrevive con más ganas que recursos (menos de $30 millones de presupuesto anual) esta iniciativa de 1985, que se propone entregar conocimientos básicos de la física en formato interactivo...

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