HOUSTON La gran fiesta de los vaqueros
Es una lucha de fuerza y equilibrio. A un costado de una enorme pista de tierra, un caballo bronco corcovea firme y patea al aire. En su lomo -sin silla de montar ni riendas-, un jinete trata de dominarlo. El hombre -camisa a cuadros, pantalones de mezclilla protegidos con chaparreras de cuero, sombrero vaquero y botas con punta- se mueve como marioneta: solo se afirma del animal con una mano; la otra la mantiene en el aire. Se aferra al potro con sus piernas y echa su cuerpo atrás. Aguanta los ocho segundos reglamentarios y es rescatado por otros jinetes. El bronco sigue saltando, agresivo, mientras con dificultad tratan de llevarlo al corral.
El público que observa la escena aplaude y grita.
El hombre levanta las manos. En una pantalla gigante aparece la clasificación de los jueces: obtiene el puntaje más alto de los competidores de su categoría.
El jinete se llama Clint Cannon, tiene 36 años y es uno de los cowboys más respetados del circuito del rodeo estadounidense. Su especialidad es el bareback riding: la monta de un caballo salvaje "a pelo". Para los aficionados y cultores del "auténtico rodeo americano", esta es una de las modalidades más espectaculares, arriesgadas y agresivas de este deporte. Y Clint Cannon es uno de los centenares de vaqueros profesionales que durante tres semanas se instalan en la ciudad más grande del estado de Texas para participar en el Houston Livestock Show and Rodeo: la competencia de doma y carreras sobre toros y caballos más masiva de todo Estados Unidos.
Clint Cannon -todo un veterano, con más de doscientas competencias a lo largo de Estados Unidos- confesará luego, por las pantallas gigantes, que durante los ocho segundos de saltos sobre el potro salvaje no sintió miedo. Que la mentalidad de un vaquero está preparada para la rudeza.
El más grande del mundo
El Houston Livestock Show and Rodeo, en estricto rigor, es una gigantesca feria de ganadería que anualmente se realiza en la ciudad. Comenzó en 1932 como idea de cuatro rancheros que querían vender su ganado. La ciudad tenía 400 mil habitantes, ya contaba con ferrocarril y la industria del petróleo -que marcaría la economía del estado Texas- había empezado. La feria se realizó en un auditorio que había sido construido para una convención demócrata. Participaron dos mil rancheros, pero no hubo rodeo. Lo más cercano fue la presentación de las acrobacias del vaquero Billie Ehman sobre un potro llamado Baby-doll.
La leyenda dice que el rodeo nació el 4...
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