Hospital de Casablanca, vecino a Ruta 68, no puede hacer exámenes de sangre ni radiografías
En el Hospital San José de Casablanca, vecino a la Ruta 68, se hace lo que se puede con lo que se tiene. En la Urgencia, el médico de turno no dispone de laboratorios ni de radiografías para resolver mejor un diagnóstico.
La noche hace más patente las carencias: por el horario, ni siquiera hay toma de muestras de sangre en el consultorio para enviar los frascos a Valparaíso, a 50 kilómetros. Tampoco hay opción de comprar unas radiografías simples en un centro cercano si se sospecha una fractura.
La única posibilidad es enviar al paciente raudo en una ambulancia al Hospital van Buren de Valparaíso, donde tendrá otra larga espera de cuatro horas en la fila de Urgencia para exámenes básicos, como un hemograma o una radiografía de tórax.
"No hay una salud digna. !Es indigna¡ En el Hospital de Casablanca el ministerio no ha invertido platas en los últimos 30 años", afirma Alfonso Barros, alcalde subrogante y administrador municipal. "Dónde está la igualdad y la descentralización? ¿Por qué la gente tiene que viajar a hacerse exámenes básicos?", se pregunta con enfado.
Inversión sin uso
Al pequeño hospital se le pide más de lo que puede dar con sus seis camas, ninguna de Urgencia. Es uno de los 98 de baja complejidad en el país, pero cuenta con menos camas y medios que el de Curepto (Maule), que atiende a la tercera parte de la población de Casablanca.
"Lo que tenemos hoy fue pensado para 12 mil habitantes y la comuna hoy tiene 30 mil", explica Fernando Aranda, líder del Movimiento Ciudadano por el Nuevo Hospital que movilizó a los vecinos a protestar, incluso con cortes de la Ruta 68, para exigir una solución urgente, justo cuando el ministerio se jugaba el presupuesto 2016 en el Congreso.
Aranda es paramédico y conoce bien el centro asistencial. En un recorrido junto a "El Mercurio", abre la puerta de una pieza y muestra una valiosa inversión no utilizada. Nada menos que un equipo de rayos, computarizado, que está ahí en total abandono hace por lo menos cuatro años, según cuenta.
No se hay nadie que lo opere, pese a las necesidades.
Caminar por los pasillos de este centro asistencial revela una fragilidad de infraestructura, tanto por la estrechez como por los materiales. Paredes de internit y pisos de linóleo, en unos 1.200 m {+2} de instalaciones donadas por un banco en 1985, tras el terremoto del 3 de marzo que dejó al antiguo Hospital San José (inaugurado en 1904) en el suelo.
Desde entonces no hubo más inversiones. Al propio director del...
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