Un horizonte de selva infinita - 28 de Junio de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 845620985

Un horizonte de selva infinita

A mitad de la ruta, el esfuerzo de tres chilenos que escalaban una enorme roca de 130 metros en las profundidades de la selva de Surinam, los dejó frente una escena que ninguno había apreciado realmente hasta ese momento. "Junto a nosotros, hacia el horizonte, era como un mar, pero completamente verde. Solo selva. Podíamos observar a los monos aulladores que miraban hacia arriba sin entender qué hacíamos trepados en esa roca inmensa. Y gritaban, mientras los guacamayos se dejaban ver en pleno vuelo entre las densas nubes que anunciaban la lluvia que estaba por venir. Era hora de regresar", recuerda el también cineasta Mateo Barrenengoa, sobre el momento que más lo impresionó del viaje que realizó entre marzo y abril a la Amazonía surinamesa."Estaba a punto de anochecer y llegó la lluvia. Tuvimos que bajar rápidamente, escoltados por nubes gigantescas. Aunque íbamos con cuerdas, el descenso era estresante porque corrían verdaderas cascadas a nuestro lado", dice Barrenengoa. La tormenta les impidió completar el tramo que pretendían hacer para finalizar su jornada en Surinam. Parecía la naturaleza diciéndoles: "Hasta aquí llegamos".Semanas antes, Mateo Barrenengoa (32) había llegado a Paramaribo, la capital del país menos poblado de Sudamérica (551 mil habitantes), tras un largo viaje desde Santiago en que lo acompañaban el reconocido escalador Luis Birkner (34) y 180 kilos de equipos de escalada y de filmación, imprescindibles para documentar el proyecto social que los llevaba a Boslanti, un pueblito ínfimo en el sur de Surinam, cerca de la frontera con Brasil.El objetivo en Boslanti era enseñar a los niños de la comunidad a escalar un muro de entrenamiento construido por los chilenos. Y, en una segunda etapa, internarse en la selva con rumbo a la enorme roca para habilitar ahí siete rutas de escalada que servirían para instruir a cinco adultos locales en esta disciplina, para que luego ellos, en un futuro, pudieran traspasar el conocimiento a los más chicos. Una labor que recogieron en el documental Surinam, paraíso perdido , dirigido por Barrenengoa con apoyo financiero de Haka Honu.No es, en todo caso, la primera vez que Mateo Barrenengoa mezcla la escalada, lo social y el mundo audiovisual. Con 13 años de experiencia en este deporte, hace 8 que el documentalista viaja a países como India, Argentina, Nepal o México para realizar proyectos con comunidades locales: "Vamos a un pueblito, enseñamos a escalar, les regalamos todo el equipo y los...

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