A la hora señalada - 23 de Agosto de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 580990434

A la hora señalada

Su defensa del derecho a la vida y la integridad física no fue interesada, pues, en términos generales, las víctimas de los abusos más graves en la materia no pertenecían a su tienda política, sino a sus adversarios de los años precedentes.

Por otra parte, la suya no era una defensa ingenua: antes del 11 de septiembre de 1973 la Democracia Cristiana se había opuesto con claridad a un proyecto político, el de la Unidad Popular, que con el correr del tiempo fue adoptando un talante claramente antidemocrático. Tampoco ignoraba que un número importante de las víctimas de desapariciones o torturas eran personas que creían en la legitimidad de la lucha armada tanto para acceder al socialismo como, después, para oponerse al gobierno de facto.

Pero la conciencia de esos factores no llevó a los líderes de la DC de entonces a pensar que ellos legitimaban cualquier cosa. Desde el primer momento les quedó claro que la defensa de la sociedad occidental, la seguridad nacional o cualquier otro valor jamás podrían justificar la transgresión de ciertos límites, representados aquí por el derecho de la vida. Su respeto no podía depender de culpas o inocencias, o de circunstancias externas más o menos dramáticas, sino que se asentaba en la dignidad humana, que tiene un carácter intangible; es decir, no se puede poner al servicio de consideraciones ulteriores: no podemos emplear la vida humana como simple medio para conseguir otras cosas, por muy importantes que ellas sean.

Hoy, cuando nuevamente está en juego el derecho a la vida, y no de cualquiera, sino de inocentes, la gran pregunta es: ¿seguirán las nuevas generaciones de la DC el ejemplo de quienes las antecedieron? ¿Tendrán la claridad mental como para darse cuenta de que hay conductas que no resultan justificadas ni aun a pretexto de circunstancias particularmente graves, como puede ser algo tan terrible como una violación? No se trata de unas preguntas como cualesquiera otras. Ellas apuntan a la razón misma de ser del Partido Demócrata Cristiano.

De más está decir que el rechazo al aborto es tan solo un punto de partida. Ninguna persona honesta puede quedarse tranquila por haberse opuesto al aborto si no manifiesta, con palabras y con hechos, su preocupación por la vida ya nacida, que muchas veces se desarrolla en...

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