La historia de rebelión de una mujer iraní - 15 de Octubre de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 912584982

La historia de rebelión de una mujer iraní

Nací en Kerman , una ciudad montañosa de Irán, en una familia grande: somos 8 hermanos. Tengo un hermano que es dos años mayor que yo con quien siempre jugué. Pasamos juntos nuestra niñez hasta que, a los 6 o 7 años, empezaron a decirme que las niñas no podían salir a la calle, tenían que estar dentro de la casa. A mí me encantaba subir a los árboles y por ser mujer no podía hacer eso.Cuando entré a la escuela, me di cuenta de todas las diferencias que tenía con mi hermano. Él seguía con su libertad y yo tenía que usar un uniforme de manga larga, cubrir mi cabeza, los colores de mi ropa eran todos oscuros. Como no quería usar velo y cubrir mi pelo, usaba el pelo muy corto y me vestía como hombre para poder salir a la calle y que pensaran que era un niño. Pero cuando empecé a desarrollarme y me crecieron las mamas, ya no pude hacerlo. Odiaba mi cuerpo y me odiaba a mí misma por ser mujer. También odiaba a los hombres porque pensaba si hubiéramos vivido en un lugar donde ellos no existieran, a mí no me limitarían.Mi familia, especialmente mi papá, intentaba que sus hijas tuviéramos un poquito de libertad. Él me llevó una vez a un lugar alejado donde hacer trekking , porque con ese hábito que teníamos que usar las niñas, era difícil subir a una montaña. Pero siempre había alguna persona con la que te cruzabas que hacía algún comentario sobre tu vestido y te decían que tu uniforme, por ejemplo, estaba muy corto.La única vida social que teníamos las mujeres era la escuela. No había gimnasio ni cafeterías para nosotras. La única vía de libertad que encontré eran los libros. Mi hobby , fuera de la escuela, era aprender inglés, tomaba clases de ese idioma. Entonces, por tantas limitaciones, las mujeres de mi generación, igual que yo, empezaron a leer y educarse para aumentar su conocimiento. Ahora las jóvenes que están protestando en la calle, que podrían ser mis hijas, tuvieron madres que sentían esa molestia. Puedo afirmar con seguridad que el 100 por ciento de las mujeres en Irán han sentido discriminación o abuso en algún grado.Yo no tengo hijos. En Irán no quise casarme ni formar una familia porque entendí que eso me restringiría aún más. Cuando una mujer allá se casa, por ejemplo, necesita poder notarial del marido para sacar pasaporte y poder viajar. Ellas no pueden pedir el divorcio, solo puede pedirlo el marido. Solo hay desventajas para nosotras. Pero de todas formas, las mujeres de mi edad que tuvieron hijos los educaron de otra forma...

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