Su historia mapuche
Tú te vas a ir de estas tierras lejos. Y eso lo van a heredar tus hijos, y los hijos de tus hijos.
Hijo de padre mapuche y de madre descendiente de españoles, dice que no le enseñaron a hablar mapudungun, ni tampoco a vivir la cultura mapuche. Francisco Huenchumilla Jaramillo, 70 años, abogado, casado, seis hijos, dice que su papá fue parte "de esa generación que trató de proteger a los hijos de la discriminación".
El intendente fue un excelente alumno en el liceo de Temuco y también en el internado de Padre Las Casas, y terminó siendo el único mapuche entre los 500 alumnos que entraron a Derecho de la Universidad de Chile a mediados de los 60. Su carrera profesional y política ha sido muy destacada, ocupando prácticamente todos los cargos públicos más relevantes, salvo la Presidencia de la República: ministro, alcalde de Temuco y parlamentario.
Como intendente, luego de la tarea que le encargó la Presidenta Michelle Bachelet ?dar una solución al conflicto mapuche en la región?, se ha reencontrado de frente con parte de su historia familiar, esa que comienza con su abuelo Juan. Así, sin apellido. Porque "fue el Estado quien los obligó a tener un apellido, tal como el resto de los chilenos, cuando necesitó empadronar a los integrantes de esa etnia".
Juan eligió Huenchumilla, que significaba "hombre de oro". Sus hermanos se pusieron otros apellidos.
Ellos no tenían el concepto de apellido como unificador de familia; entonces, uno se puso Huinca, otro Painenao, otro uno en inglés. Mi madre nunca nos dijo que eran parientes, así es que nunca hemos tenido relaciones con ellos ?dice Yolanda Huenchumilla, hermana mayor del intendente.
Antes de ser Huenchumilla -relata el intendente-, Juan participó en el último alzamiento general de los mapuches, en 1881, durante el proceso de pacificación de La Araucanía. Hasta hace pocos años, cuenta, la familia aún guardaba la lanza que supuestamente usó en ese combate. Hoy está desaparecida.
Antes no había esa valoración por los objetos antiguos y que tuvieran historia. Alguien se la llevó ?explica Yolanda Huenchumilla.
Juan murió a los 23 años.
El intendente nunca lo conoció. En cambio, sí a su abuela, Chiñura Pichihueche García, o Juana, el nombre que comenzó a usar cuando se chilenizó. Ella no sabía hablar español. Cuando su nieto iba a visitarla a su ruca, en Licanco, siempre con el fogón humeando, se entendían en señas. Ella le decía "papito".
Con esta mujer pequeña, de pelo blanco, que usaba bastón y solía estar sentada en un piso al lado del fogón, Huenchumilla veía y vivía las tradiciones de sus antepasados.
Con ella están sus mayores recuerdos mapuches. De niño, cada vez que la visitaba, ocasionalmente arreaba ovejas o participaba en las ceremonias junto a otros niños de la comunidad, con quienes hizo amistad. Hoy, 60 años después, como intendente, se los ha vuelto a encontrar.
Son comuneros casi todos ?dice Francisco Huenchumilla.
Su familia llegó a tener 500 hectáreas, de las que quedan cuatro, tres de su hermana y una suya. Dice que los títulos de merced de esa tierra están en el archivo regional de Temuco. En ese...
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