'El hiperpresidencialismo no se atenúa facilitando la salida de parlamentarios al gabinete'
El subsecretario del Interior en el gobierno de Ricardo Lagos coincide con el diagnóstico del proyecto, pero plantea algunas inquietudes respecto de las reformas que plantea la propuesta.
-Partamos por los elementos positivos que ve en el proyecto.
-Destaco cuatro muy importantes: El primero, sacar el debate constitucional de las formas y llevarlo a la sustancia. No habrá reforma constitucional ni nueva Constitución si nos quedamos en la pura discusión de las formas y este proyecto comienza a poner el foco en la sustancia. Segundo, la sustancia que se propone dice relación con la forma en que se constituyen y relacionan los poderes del Estado. Si la democracia chilena está debilitada, no lo está por la forma en que consagra los derechos, sino por la manera en que ha organizado el funcionamiento de los poderes públicos y este proyecto apunta al corazón, a la sala de máquinas de esa arquitectura. Tercero, es un proyecto transversal. Una Constitución no es ni debe ser la imposición de unos sobre otros. Por último, es una propuesta antecedida de un diagnóstico. Las fórmulas democráticas son remedios a problemas y este proyecto tiene la virtud de instalar una conversación acerca de las enfermedades políticas que nos aquejan.
-¿Es acertado el diagnóstico?
-En lo grueso concuerdo con él: Demasiado poder en el Presidente, un Congreso debilitado que no termina de hacerse responsable de la legislación que dicta y, lo que es muy valioso, el proyecto se adelanta a un escenario probable, cual es el que los próximos gobiernos no cuenten con mayorías en el Congreso y requieran de alianzas.
-¿No hay presidencialismo sin mayorías en el Congreso?
-No necesariamente. Eso depende mucho de los climas políticos. La falta de mayorías de la coalición gobernante en el Congreso fue un problema crecientemente serio mientras rigió la Constitución del 25; pero no lo fue durante los gobiernos de la Concertación. Ninguno tuvo mayorías en el Parlamento y fueron gobiernos muy realizadores.
-¿Cuáles son sus principales críticas entonces?
-Más que críticas son inquietudes. Cuestiones que no llego a entender. La primera: si el problema es el híperpresidencialismo, no entiendo cómo este se va a atenuar facilitando y fomentando la salida de parlamentarios al gabinete, que es lo que el proyecto busca. El poder del Presidente no disminuirá si debilitamos al Congreso y sustituir parlamentarios electos por otros designados por los partidos va a debilitar aún más su base de...
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