Los 'hijos de Atacama' que a 5 años de la gesta viven más cerca de Copiapó que de Hollywood
"Yo insistí. Ese nombre significaba mucho para mí en ese momento", recuerda quien fuera el conductor de maquinaria pesada de la mina San José. A cinco años del hecho, en su casa, ubicada en la población Manuel Rodríguez, en el sector alto de Copiapó, Ticona dice que "antes de que naciera Esperanza, y aunque ya tenía dos hijos, Jean Pierre (14) y Stephen (10), siempre había sido una persona contenida, fría, muy apagada. Me metía muchos sentimientos adentro".
Todo cambió al ver y tomar en brazos por primera vez a su hija. "Después de eso, ya nunca más pude ser frío. Di un vuelco".
Ticona asegura que ahora siempre muestra sus emociones, lo que se refleja al pensar en el accidente. "Ahora incluso si veo una película en que hay gente en una situación de peligro, parecido a como estuvimos nosotros, se me hace un nudo en la garganta", comenta.
Esperanza está a pocos días de cumplir cinco años, está en kínder, es despierta, observa mucho su entorno y le gusta jugar en la casa. También es fanática de los Minions , personajes animados de moda entre los niños.
"Es habilidosa, muy inteligente", cuenta, orgulloso, "pero también es de carácter parecido a mí. Reservada". La niña, mientras su padre habla, no le suelta las manos.
Ticona fue padre otra vez el 7 de junio pasado. Tuvo un niño, y se llama Ariel.
Con la llegada del hermano menor de Esperanza, "la familia está completa", dice.
En 2012 volvió a una mina, donde estuvo seis meses, porque cerró. Cuenta que trabaja "haciendo de todo, peguitas, soldaduras", y dice que le ha costado generar ingresos en los últimos años, pero que ha salido adelante.
A cinco años del derrumbe, también confiesa que solo tiene imágenes vagas: "Intento solo recordar las cosas lindas".
Esperanza solo una vez, a través de su madre, ha escuchado lo que le pasó a su padre. Pese a que son muy cercanos, él aún no se atreve a relatarle algo de cómo fueron esos 69 días en la oscuridad de la mina. "En unos años más su padre le contará la verdad; primero tengo que poder contármela a mí", afirma.
Omar Reygadas: "Compartimos algo único"El 5 de agosto de 2010, Omar Reygadas (61) era el único minero de los 33 que en dos ocasiones previas había quedado atrapado en un derrumbe. "Una de las anteriores fue también en San José", dice.
El hombre viene de una familia de mineros. "Nacido y criado en una mina, es lo único que sé hacer bien", añade.
Reygadas recuerda que su padre, cuando había cumplido 60 años, seguía trabajando en ese tipo de...
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