El hijo único de la literatura chilena - 12 de Noviembre de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 914408712

El hijo único de la literatura chilena

Álvaro Campos trabaja en el almacén de sus padres en Pudahuel. Aunque no recibe sueldo formal maneja parte del dinero que ahí entra y sale. Desde ese lugar escribe en Facebook posts iluminadores sobre Nietzsche, Voltaire, el 18 de octubre, recuerdos de infancia, liberalismo clásico. Lo mejor que se puede encontrar en esta y las otras redes sociales. Textos de indudable belleza y de valiente lucidez que firma Álvaro D. Campos, jugando con uno de los heterónomos (Álvaro De Campos) que usó Fernando Pessoa para hacer firmar por otro su propia poesía.Como un heterónomo Álvaro D. Campos, un hombre bien parecido de unos 40 años que vive en Lampa con su mujer y sus hijos, es y no es el que es. Su vida civil, la de un hombre feliz y sin ambiciones, no toca su vida secreta, una que despliega en el menos secreto de los lugares: las redes sociales. "Escritor en estado salvaje", como lo describe Benjamín Labatut en Diarios (Ediciones Laurel), el libro que recoge las mejores de sus reflexiones y su paradoja vital:"Ninguno de mis cercanos sabe que escribo, que leo, menos aún que pienso. Mis libros están arrumbados allí, pero como no los comento con nadie pasan inadvertidos, objetos de casa con la misma importancia que el florero o que las tazas. He mantenido este sistema hermético, esta doble vida, por décadas. Hay muchos beneficios. En las reuniones familiares no soy más que el ignorante que asiente y le da razón a cualquier opinión, como quien prefiere pasar rápido a los postres. Si supieran lo que hago me convertiría en objeto de burla. No lo digo con tristeza. Yo también me burlo de mí mismo, continuamente".Sentado en el Café Torres, el hombre con vida secreta de escritor, me cuenta que trabaja en una tienda de abarrotes, en un barrio más o menos. "No es la Legua. Soy un pequeño burgués, pero pobre. Soy hijo único, eso explica muchas cosas. Si no fuera hijo único estaría cargando sacos. Como era hijo único pude estudiar realización audiovisual en el DUOC arriba, en San Carlos de Apoquindo. ¿Quién le paga una carrera a un hijo así? Me compraron tiempo no más. Después estudié, viejo, a los 27 años, Pedagogía en Historia en Valparaíso. Tenía polola, tiraba, carreteaba. Hice clases, pero me aburrió. No soy mal profesor. Hacer clases es como ser un alumno grande. No tengo vocación. Hice un Magíster en Filosofía. Tuve mucha cueva siempre. Todo eso lo pagué con becas. Nunca he pagado por nada. No terminé la tesis porque me separé. Quedé como en una época...

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