Los hermanos multimillonarios que quieren inclinar la balanza política de Estados Unidos
En el cuarto lugar compartido de la lista Forbes de los millonarios de EE.UU., los hermanos Koch -con US$ 40 mil millones cada uno; Bill Gates, en el número uno del mundo, tiene unos US$ 76 mil millones- heredaron y multiplicaron su fortuna con negocios en la industria petrolera y manufacturera. Son reconocidos como férreos defensores del capitalismo más ortodoxo, de la rebaja de impuestos y de reducir al mínimo el alcance y los gastos del gobierno federal.
Su gran aparición en política ocurrió junto al surgimiento del Tea Party, aunque muchas de las figuras de ese movimiento ciudadano conservador se han apartado de los Koch.
"Soy básicamente un libertario, un conservador en asuntos económicos y un liberal en temas sociales", le dijo David Koch a la periodista de ABC News Barbara Walters, en una entrevista a fines del año pasado, en la que reconoció que su postura favorable al matrimonio homosexual y al aborto como un derecho de la mujer no concuerda con las posiciones conservadoras de muchos de los candidatos impulsados por su dinero. "Lo que quiero es que estos candidatos respalden un presupuesto equilibrado", subrayó, al insistir en que su principal criterio para respaldar a un político es su visión sobre temas fiscales.
Intereses energéticos
Candidatos no es lo único que respaldan los Koch en política. Además financian campañas y grupos para defender sus intereses, como el oleoducto Keystone XL -que cruzaría de norte a sur EE.UU. para llevar crudo desde las arenas bituminosas de Canadá a las refinerías del Golfo de México-, uno de los proyectos más debatidos en las últimas semanas en el Congreso. Grupos como Heritage Action, American Energy Alliance y Americans for Prosperity han sido los encargados de apoyar a los republicanos, que están listos para aprobar la iniciativa, pese a que el Presidente Barack Obama ha prometido vetarla. También los Koch han estado detrás de las campañas en contra de la reforma al sistema de salud y de la legislación sobre el cambio climático. Y el plan para 2016 incluye financiar actividades políticas, centros de estudios, organizaciones civiles e investigación académica, que apoyen su visión.
Son figuras polémicas, que también hacen grandes donaciones a centros de estudios (como la Heritage Foundation y el Cato Institute) y a instituciones culturales y de educación (como el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York o el United Negro College Fund).
Socios recaudadores
Los fondos para financiar su última...
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