La herencia no deseada de los hijos de los narcos colombianos - 4 de Agosto de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 801418481

La herencia no deseada de los hijos de los narcos colombianos

Larry, su hermano Julio y su madre Fernanda eran millonarios y vivían seguros en Medellín mientras su padre, Libardo, brazo derecho del capo Pablo Escobar, era temido y respetado. Hasta que Libardo desapareció. Para Larry vendría luego el duelo sin cuerpo, la huida del país, una nueva vida en Londres, la negociación con las autoridades; la aparición, años después, de unos pocos huesos; el regreso, y una serie de tramas paralelas que el escritor Jorge Franco (Medellín, 1962) construyó en su novela "El cielo a tiros" (Alfaguara, 2018), recién llegada a librerías chilenas.El autor de "Rosario tijeras" y "El mundo de afuera" (Premio Alfaguara 2014) toca en "El cielo a tiros", desde la ficción, un tema poco investigado: los hijos de los narcos de la época de Escobar, y la herencia no deseada de la que tratan de escapar."Lo normal es que sean los hijos los que les den guerra a los padres y no al revés, como pasa con nosotros", dice Larry, el hijo menor de Libardo, un narco colombiano secuestrado y desaparecido durante la tormenta que se desató en Colombia el 2 de diciembre de 1993, cuando Pablo Escobar murió mientras escapaba de la policía.Franco vivió ese Medellín de fines de los 80 y principios de los 90, "una ciudad bien mediana, donde era fácil enterarse de todo", y de esa época le quedó la inquietud por narrar lo que vio. "Algo que me llamaba la atención en ese momento, en que había tanta convivencia con el tema narco, era ver a los hijos de estos narcos, y ver en ellos cierto peso, estorbo en sus vidas, y escuchar historias sobre algunos de ellos que vivían conflictos personales, familiares, bastante grandes por esa misma condición de haber heredado una historia que ellos no eligieron", dice el escritor al teléfono desde Bogotá.O como cuenta Larry en la novela:"-¿Quién respeta la casa de un mafioso?Fernanda sacó la mano y me pegó una cachetada que me hizo temblar".Los años le permitieron a Franco mirar a los hijos de los narcos "a través de una postura mucho más objetiva", ya no como "unos miembros más de ese otro bando". "Con todo lo que se ha contado sobre el narcotráfico, siempre quedé con esa inquietud de cómo es heredar una historia que no se busca, cómo es tratar de ser un joven común y corriente cuando se tiene ese pasado, cómo se estudia, cómo se va a un colegio, cómo se enamora...

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