Los herederos de la diplomacia del Beagle - 16 de Diciembre de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 749114205

Los herederos de la diplomacia del Beagle

El 22 de diciembre de 1978, hace 40 años, las escuadras de Chile y Argentina estuvieron a punto de encontrarse en los canales del sur. Esa noche, los soldados de ambas trincheras no pudieron dormir. La guerra se avecinaba.Paralelamente, a niveles gubernamentales y diplomáticos, se hacían intensas gestiones para evitar el conflicto.Francisco Orrego Bauzá, hijo de uno de los líderes del equipo chileno, el abogado Francisco Orrego Vicuña, tenía 11 años en ese entonces. "Tengo el recuerdo de haberme asomado por la ventana a ver cómo Hernán Cubillos pasaba en su Honda Accord a buscar al papá, el 20 o 21 de diciembre, para irse a Buenos Aires. Cubillos estaba de gamulán, abriendo la maleta del auto, y yo miraba por las persianas, con la duda de si lo íbamos a ver para Navidad".Mientras, en Suiza, el diplomático chileno Osvaldo Muñoz, quien sería el encargado de coordinar todos los documentos del caso, desde Ginebra y Roma durante el período posterior de mediación, reunía a su familia, entre ellos a su hijo Raimundo, de 13 años. "Nos dijo que era posible que tuviéramos que volver a Chile", cuenta hoy."En mi casa había suspenso, ganas de saber qué estaba pasando. Había algo de rumores en los colegios. Se hablaba de una posible guerra. Había un poco de confusión", dice Gabriela, hija del diplomático Patricio Pozo, que era uno de los más jóvenes del equipo chileno en esa época.Cuatro décadas después, los hijos de algunas de las figuras clave en la mediación con Argentina por el conflicto del Beagle, se reunieron en "El Mercurio". Algunos se conocían desde la infancia, otros por trabajo y otros se vieron por primera vez. Todos tenían muy claro quién era y qué hacía el padre del otro: crecieron entre anécdotas e historias de años de negociaciones.Las memorias fluyen apenas se encuentran."insanablemente nulo"Todos recuerdan uno de los momentos más difíciles. Y de hecho, lo mencionan al unísono, como si se hubiesen puesto de acuerdo. Hay una frase que ese año fue fatídica: "Insanablemente nulo", rememoran a coro. Esa fue la sentencia usada por Argentina, en enero de 1978, para descartar el laudo arbitral de Gran Bretaña.El conflicto por esta resolución, que había fallado en favor de la posición chilena, llegó a su punto máximo de tensión a mediados de diciembre de ese mismo año. "Había una total confianza en que Chile tenía la razón. Una razón jurídica. Y aunque parezca medio irresponsable decirlo, había una confianza en que si íbamos a una guerra...

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