El heredero de Tomás González
-Gané.
-¿En el nacional de este año?
-Gané.
-¿Y en la copa Alemania del Club Manquehue?
-Gané.
-¿Y en el último Panamericano?
-Gané.
Pedro Alemparte es campeón nacional de gimnasia artística desde hace tres años. En su pieza tiene 54 medallas colgando de una pequeña repisa sobre su cama. De esas, nueve son internacionales. Junto a la repisa hay fotos de sus campeonatos colgadas en la pared. Allí está vestido con una malla sin mangas de la selección de Chile sosteniendo en el aire su pequeño cuerpo sobre dos grandes argollas en una postura perfecta. La cara seria y los brazos firmes.
Hace solo unos meses, Pedro Alemparte cumplió 10 años.
Escalando faroles
Es un jueves de mediados de diciembre en el Club Manquehue. La temperatura no baja de los 30 grados y los jardines están repletos de niños en actividades de verano, juegos, toboganes inflables y helados. Pedro no se ve entre ellos. Él está dentro del gimnasio. Llegó puntual, un poco antes de las 17:00, la hora en que comienza el entrenamiento. Tenía libre, pero él le pidió a su mamá ir a entrenar igual.
El entrenador le índica a él y a los siete compañeros los ejercicios. Pedro, el más pequeño en edad y estatura, toma la iniciativa como siempre: salta, se apoya en sus manos, gira en el aire y cae con una voltereta, y lo vuelve a repetir, salta, se apoya en sus manos, gira en el aire y cae con una voltereta. Se da mortales hacia adelante, hacia atrás, hacia el lado. Piruetas, saltos y elasticidad: todo con un desempeño impecable para un cuerpo de un metro 34 centímetros y 28 kilos.
Desde que era chico mostró habilidades fuera de lo común. Los árboles, los faroles en las plazas e incluso postes de luz, Pedro los trepaba sin problema. "Los muros de escalada del Mall Sport rápidamente los subía hasta la cima", cuenta su madre, Maite Larrazábal, sentada en la terraza de su casa en Vitacura.
Pedro solo tenía 4 años.
"Queríamos buscarle algún deporte o pasatiempo para potenciarle su habilidad. Le mostramos videos de escalar rocas, ese tipo de cosas, pero un niño de 4 años haciendo eso era un poco complicado", agrega Maite.
La primera vez que vio gimnasia artística fue un día, en su casa. Se quedó viendo por televisión la Copa del Mundo de la especialidad, en 2010. Allí aparecía Tomás González haciendo mortales en su rutina de suelo, saltando en el caballete y dando piruetas sobre las barras. "Pedro quedó fascinado", cuenta Miguel Alemparte, su padre. "Después empezó a buscar en internet: se metía a YouTube y se pasaba la tarde viendo videos de...
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