Habitar moderno - 13 de Junio de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 845038822

Habitar moderno

No son pocas las que han sido demolidas, y otras están tan intervenidas que poco se advierte de su pasado moderno. Sin embargo, aún es posible detenerse a admirar casas que hablan de arquitectos visionarios, que se dejaron seducir por el movimiento moderno, entre la década de los 40 y 70, siguiendo las huellas de Mies van der Rohe, Le Corbusier, Frank Lloyd Wright; maestros que conducían la arquitectura por nuevos caminos. En su mayoría salpicadas por Ñuñoa, Providencia, Vitacura y Las Condes, algunas llevan las firmas de nombres muy reconocidos, como Jaime Bendersky, Horacio Borgheresi, Pablo Hegedüs, Mauricio Despouy o Alberto Sartori; y otras, la firma de arquitectos de más bajo perfil, como René Barassi o Sergio Seguel, quienes, igualmente talentosos, diseñaron joyas de la arquitectura moderna, aún en pie.El arquitecto Pablo Altikes recopila en su libro Movimiento Moderno Olvidado algunas de estas viviendas construidas en Santiago entre 1940 y 1970. Eran proyectos poco difundidos, que se veían opacados ante el desarrollo de obras de mayor envergadura, como el edificio Plaza de Armas, la Villa Olímpica o el complejo industrial Carozzi, sumamente modernos. Él mismo explica la llegada a Chile de esta corriente: "Vienen a América muchos inmigrantes europeos escapando de la guerra, profesionales que han visto las nuevas ideas. A su vez, maestros como Walter Gropious y Mies van der Rohe se establecen en Estados Unidos -Van der Rohe hace clases en el MIT- y con ello sus ideas logran esparcirse por el continente, donde ya estaba Frank Lloyd Wright proyectando su obra". Fue en ese país donde también se desarrolló, de la mano de John Entenza, el experimento de vivienda de bajo costo y eficiente llamado Case Study Houses, en el que se invitaba a diseñar a profesionales de la talla de Eero Saarinen o Richard Neutra.Un grupo de arquitectos chilenos tuvo la oportunidad de viajar a EE.UU. y empaparse de esta modernidad que hablaba de la simplificación de las formas, de la funcionalidad, del abandono de los adornos, como también de grandes muros vidriados y rica espacialidad, permitida por la aparición de materiales como el acero y el hormigón armado. "Menos es más", decía Van der Rohe. Sergio Larraín García-Moreno, incluso, había viajado a Europa, donde conoció la escuela Bauhaus y a Le Corbusier, y además de levantar el primer edificio moderno de la capital, el Oberpaur, en sociedad con otros profesionales, propició un cambio en el sistema educativo...

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