Habitantes de Puerto Edén reclaman falta de servicios y abandono - 7 de Septiembre de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 527065046

Habitantes de Puerto Edén reclaman falta de servicios y abandono

Por su belleza, Edén es un faro entre los fiordos y canales patagónicos en la Región de Magallanes, aunque la vida allí, dura y sacrificada, está lejos de ser el paraíso con que la nombraron.

"Siendo chilenos, nos sentimos abandonados y utilizados por el Estado", dicen los pescadores, que, en una sentida carta a parlamentarios locales, piden urgente preocupación de las autoridades por las condiciones de vida del último reducto de la población kawésqar que habitó los canales.

La localidad es una larga fila de casas conectadas por 3,6 kilómetros de maltrechas pasarelas que bordean el mar entre islotes.

Está situada al sur del Golfo de Penas y la Angostura Inglesa, y el puerto está en la isla Wellington.

Sin agua potable o electricidad, de la que disponen apenas cuatro horas en la mañana y otras cuatro en la tarde, "o totalmente a oscuras, cuando no hay petróleo", dice Gabriel Chiguay. "Somos 54 y llegamos a ser cerca de 300. Hay casas cerradas. Familias completas partieron a Natales", escapando de la debacle económica que gatilló la detección en sus prístinas aguas de la Marea Roja.

Su actividad económica, casi de subsistencia, es la extracción de mariscos y la pesca. Pero sin una planta que permita procesar esos productos, no hay posibilidades de comercializarlos en buenas condiciones.

Además, está siempre presente el tema de la Marea Roja. Dicen en la misiva que han pedido durante años que se instale un laboratorio de detección en el poblado.

Afirman estar "extrañados" de que, pese a los avances de la tecnología en todas partes, "acá sigamos esperando que el kit de análisis de estos productos sea efectivo en estos lugares tan apartados, pero de habitantes chilenos".

El albur del ferry

Apenas se distingue la silueta emergiendo desde el norte por el canal, una desesperada carrera se desata en las pasarelas del poblado para alcanzar el ferry .

Lo esperaban la jornada anterior, y la anterior, y la anterior... Pierden la cuenta de los días que aguardan la llegada de ese barco que es su única conectividad con Puerto Natales, a 24 horas de navegación, o con Puerto Montt, mínimo a 48 horas de allí.

Son cerca de las 8:00 de la mañana y Lorena Yáñez sube al ferry cargando un saco de almejas, y no oculta su rabia contenida por las condiciones en que se vive: "Estamos sin luz porque no llega petróleo; sin agua, porque las turbinas están malas... sin gas", detalla.

Pero no es la única...

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