La Habana, siempre fidelísima - 4 de Febrero de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 702121853

La Habana, siempre fidelísima

A pesar de lo maravillado que quedó con su vida, al naturalista alemán no le gustó el trazado de las calles habaneras. Es lo que dice el escritor cubano Alejo Carpentier (1904-1980) en su ensayo "La Ciudad de las columnas" (1964). "Pero llega uno a preguntarse, hoy, si no se ocultaba una gran sabiduría en ese mal trazado que aún parece dictado por la necesidad primordial de jugar al escondite con el sol, burlándole superficies, arrancándole sombras, huyendo de sus tórridos anuncios de crepúsculos, con una ingeniosa multiplicación de aquellas esquinas de fraile que tanto se siguen cotizando, aún ahora, en la vieja ciudad de lo que fuera intramuros hasta comienzos de siglo", escribe el autor de "El siglo de las luces".

La ciudad de intramuros que menciona Carpentier es La Habana de los primeros siglos coloniales, la urbe original, fundada en 1519, que hoy es parte del municipio de Habana Vieja. Ciudad de sombras, según el escritor, "cuando se la piensa en contraste con todo lo que fue germinando, creciendo, hasta el oeste, desde los comienzos de este siglo (el siglo XX), en que la superposición de estilos, la innovación de estilos, buenos y malos, más malos que buenos, fueron creando a La Habana ese «estilo sin estilo» que a la larga, por proceso de simbiosis, de amalgama, se erige en un barroquismo peculiar que hace las veces de estilo, inscribiéndose en la historia de los comportamientos urbanísticos. Porque, poco a poco, de lo tornasolado, de lo entremezclado, de lo encajado entre realidades distintas, han ido surgiendo las constantes de un empaque general que distingue a La Habana de otras ciudades del continente".

La ciudad tuvo dos asentamientos anteriores, pero en el actual, junto al puerto y la bahía, está desde el 16 de noviembre de 1519, cuando se fundó como San Cristóbal de La Habana. Punto clave del comercio entre América y España, la villa fue atacada y destruida varias veces por piratas y corsarios de las potencias rivales de España, hasta que en 1561 la corona decidió que se convirtiera en el puerto donde se concentrarían todas las embarcaciones de sus colonias americanas -la llamada Flota de Indias- antes de partir hacia la metrópolis. Por eso se construyeron defensas militares y se trasladó el gobierno de la isla desde Santiago de Cuba. En 1592, Felipe II convirtió a la villa en ciudad.

La ciudad, "Llave del Nuevo Mundo", se fortificó en el siglo XVII. Se concluyó, por ejemplo, el Castillo de El Morro, que todavía domina el...

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