'Me gustaría ir a la U y jugar con Beausejour o Johnny Herrera' - 13 de Diciembre de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 748958597

'Me gustaría ir a la U y jugar con Beausejour o Johnny Herrera'

Tomás Asta-buruaga (22 años) está en Santiago y cuenta que se irá de vacaciones a la casa de sus abuelos, en El Quisco. "Me encanta la tranquilidad que hay allá. Pese a que crecí en Santiago, aún no me acostumbro a los tacos y al ruido", explica el defensa de Antofagasta.Para el zaguero, 2018 no fue una temporada cualquiera. "Creo que fue mi año de consolidación en el equipo, solo me perdí dos partidos y gané mucha experiencia", dice, antes de hacer un repaso por su carrera, que comenzó en la cantera de Unión Española, donde llegó a probarse a los 15 años como volante de creación o puntero derecho."Estuve diez días y quedé. Tiempo después, un entrenador tuvo una pelea con el lateral derecho y me puso ahí. Ya en la juvenil, un compañero llegó atrasado y terminé jugando de central", recuerda.Y continúa: "A fines de 2013 subí al primer equipo y el 'profe' José Luis Sierra me hizo debutar. Jugué tres partidos y me corté el ligamento cruzado anterior derecho. Tenía 18 años y estuve siete meses fuera. En ese proceso justo cambió el técnico y llegó Fernando Vergara, que tenía a sus juveniles y al resto nos mandaron al gimnasio", cuenta.-¿Qué sintió?"Más que impotencia, quería demostrar por qué estaba en el primer equipo y que podía jugar. Hasta que un compañero se lesionó y me llamaron a entrenar, lo hice bien y me gané un espacio en las prácticas e incluso una citación contra Huachipato. En la semana siguiente Fernando Vergara me dijo que iba a jugar de titular en el próximo encuentro, pero justo lo despidieron. Después llegó Martín Palermo y fue súper honesto y me dijo que era su quinto central. Como terminaba mi contrato, firmé mi finiquito y me fui a una prueba en el País Vasco".-¿Cómo fue esa experiencia?"Quería conocer el fútbol de allá. Estuve dos meses en dos equipos, el Barakaldo y el Leioa, que estaban en una división de ascenso, pero el ritmo de juego era impresionante, todo a uno o dos toques. Hacían la pretemporada en la playa, muy intensa, corriendo por el borde, incluso metiendo los pies al agua porque no había olas. Pero me costó adaptarme al idioma y me dijeron que no iban a contar conmigo. Justo Fernando Vergara asumió en Antofagasta y me llamó. Se la jugó al máximo porque ya había terminado el período de inscripciones, entonces llegué como juvenil. Un tiempo después...

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