La guía Lonely Planet del refugiado - 2 de Enero de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 590903558

La guía Lonely Planet del refugiado

La guía del refugiado no puede encontrarse en ninguna librería y, sin embargo, existe. La han ido escribiendo con sus testimonios aquellos que han llegado con mayor o menor éxito a su destino en los últimos meses. Esa Lonely Planet no escrita, la del desarraigo forzado, se ha reconstruido sobre la base de entrevistas a lo largo de la ruta. Este texto no es definitivo, tiene vida, como la de las personas que le dan forma, y requeriría actualización continua. Cada experiencia añadirá una línea más a este tomo de un millón de autores.

El inicio

Antes de partir, recuerda llevar tu pasaporte y el de tu familia. Es la clave para probar que llegas de un territorio en conflicto y poder solicitar asilo sin objeciones. Viaja ligero, pues es probable que tengas que desprenderte de tu maleta durante el camino. Lleva mochila de hombros, nunca una maleta con ruedas. A lo largo de la ruta hay organizaciones que te proporcionarán ropa seca. Apenas podrás ducharte en los próximos 10 días, pero lleva varias mudas limpias. Cósete, en el interior del pantalón, un bolsillo para que el dinero no esté a la vista. Es lo más preciado que llevas y los traficantes harán lo posible por robártelo. Acuérdate de meter en la maleta varias bolsas de plástico.

Escapar de la guerra

La mayoría de los viajeros de la ruta vienen de ciudades situadas por ejércitos o milicias. Recuerda que la mayoría de los que han salido de Alepo, Homs, Raqqa o Mosul lo hicieron de noche, a veces escapando del asedio por las alcantarillas y ayudados por mafias. Pide los contactos de quienes ya abrieron el camino que tú estás emprendiendo ahora. La experiencia es un grado, también en el camino del exilio. Estos contactos son caros, pero a veces es la diferencia entre el fracaso y el éxito. Y el fracaso puede ser la muerte.

No es fácil tampoco atravesar la frontera turca. Los guardias son sobornables, pero es caro. Y esto no ha hecho más que empezar. No vayas hacia Hungría, que ha amurallado su frontera. Tampoco hacia Bulgaria, donde puedes acabar encarcelado por entrar ilegalmente. Tu objetivo deben ser las ciudades de Esmirna o Bodrum. Alójate en un hotel y descansa junto a la familia. No hace falta que busques a los traficantes de personas. Ellos te encontrarán a ti. Todos en Turquía saben que eres sirio, iraquí o afgano y muchos querrán hacer negocio contigo. Niégate, a pesar de las ofertas a mitad de precio, a viajar un día de temporal. El porcentaje de posibilidades de morir se multiplica...

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