Grupo de niños del Sename llega al ex Congreso a relatar sus maltratos durante sesión especial
Casi nadie se enteró porque, en una acción rápida y discreta, Carabineros cumplió el cometido que le pidieron desde adentro, para no dejarlos pasar al solemne edificio de calle Compañía, y devolverlos.
Pero no fue un rechazo a escucharlos. Ni tampoco tuvo que ver que la agenda de la semana estuviera tomada por la bomba Trump, o el rechazo al reajuste público y los bárbaros insultos al ministro de Hacienda.
El propio presidente de la comisión, Ramón Farías, planteó el tema durante la reunión y quedó resuelto que mañana lunes los recibirían para escucharlos en una sesión secreta.
Durante la tarde del jueves se desactivó el problema. El secretario de la comisión le avisó a la abogada de Familia Marcela Concha -que fue contactada por los menores para que los acompañaran- que los niños no podrían participar y que solo ella sería recibida, porque uno de los padres había reclamado. Consultado por "El Mercurio", el presidente de la comisión dijo que la sesión se suspendió "porque es más conveniente no tener a niños dando testimonios directos. Analizamos el reglamento y era vulnerar sus derechos. Además que nosotros vamos a ir a visitarlos", afirmó.
A la abogada de Familia Marcela Concha la contactaron tres fundaciones: Abrázame, Emprender con Alas y Chile Infancia. Ella pertenece a Ecam Chile, una organización que existe hace 29 años y que se dedica a buscar la forma de insertar a los jóvenes cuando salen del Sename.
"Me contactaron a través de Edison Gallardo, un ex chico Sename hoy de 38 años, que fue apadrinado por el tío Memo", dijo Concha.
El tío Memo, del otrora popular programa de TV infantil "Los Bochincheros", fue un día a presentar su show adonde se encontraba Edison y se fijó en él y lo rescató. Hoy, Edison es abogado y acaba de escribir un libro: "Yo vi morir a varios niños allí dentro. Y el Sename nunca abrió una investigación", denuncia.
Han pasado 30 años desde que se "institucionalizó" y las historias que cuentan los niños de ahora no son muy diferentes de las de Edison.
Dos de los chicos que iban a transmitir sus testimonios a los parlamentarios se escaparon del Cread Pudahuel y, para ellos, ese centro es "el infierno mismo".
"Específicamente, ellos hablan de abandono en dos sentidos. Primero, por sus familias. La mayoría viene de familias maltratadoras. Entonces el niño siente que es doblemente castigado porque las faltas las cometen los padres y, al final, son ellos los que terminan en los hogares", dice Concha.
"El camino de la...
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