Groserías en la TV: Un problema que todos los países intentan regular - 11 de Marzo de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 671111513

Groserías en la TV: Un problema que todos los países intentan regular

Han pasado casi cuatro décadas, y aunque hoy se mantiene un control sobre qué se puede decir en televisión, este choca con los cambios culturales y la mayor variedad de acceso a los contenidos. En el Reino Unido, por ejemplo, el regulador Ofcom (Oficina de Comunicaciones) realizó un estudio en 2016 donde pedían a la audiencia evaluar 150 palabras consideradas groseras. Aunque varias -prácticamente las mismas mencionadas por Carlin- se mantienen como "extremadamente ofensivas", el reporte también demostró que la gente ha tomado una actitud más relajada ante el uso de lenguaje vulgar y que es más probable que lo tolere "siempre y cuando refleje situaciones del mundo real" y sea en un contexto adecuado.

Eso no significa que las groserías no molesten. En un reciente episodio del programa "Top Gear" emitido en Inglaterra, varios se quejaron por un garabato que no fue editado, pese a que el espacio es grabado. En Estados Unidos, los epítetos lanzados por los jugadores en el reciente Super Bowl generaron varias denuncias. Y en Chile se vivió algo similar en el reciente Festival de Viña, donde las vulgares rutinas de algunos de los humoristas desataron un debate que duró varios días.

En el caso estadounidense, las groserías en TV son tema de discusión desde que en 2012 la Corte Suprema impidió que la FCC multara al canal FOX por una fuerte palabra que la cantante Cher pronunció mientras recibía un premio en los Billboard Music Awards, algo que se repitió en el mismo evento en 2003, esta vez con Nicole Richie. Irónicamente, esos casos motivaron que la organización endureciera sus sanciones por el uso de lenguaje soez, reforzadas en 2006 con la firma de una ley que les permite poner sanciones por indecencia -no solo garabatos- de hasta US$ 325 mil.

El pitido de la censura

En lo que a lenguaje se refiere, la FCC solo tiene facultades para regular la televisión abierta, y sus parámetros sobre qué constituye una grosería son tan vagos que los canales los usan de argumento para rebatir sanciones. La institución dice que el contenido soez incluye "lenguaje extremadamente ofensivo que es considerado una molestia pública", sin explicitar palabras. Los canales cuentan con guías internadas asesoradas por abogados que definen qué no se puede decir en pantalla.

En países de habla inglesa y en Japón, el mecanismo más usado para evitar los garabatos es un pitido que cubre el sonido de la palabra. Para evitar sanciones cuando son programas en vivo, en Estados...

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