Los grandes desafíos de Moreno en Ecuador pasan por la economía
Los analistas coinciden en que el plan económico del ex Vicepresidente del saliente Rafael Correa será clave para saber qué esperar en los próximos años.
El contexto es conocido: la década de Correa en el poder coincidió con un ciclo positivo de los commodities en los mercados internacionales como no se veía en décadas, una renta petrolera -que representa el 34% de los ingresos del país- que permitió construir carreteras, centrales hidroeléctricas, aeropuertos, hospitales, agrandar el aparato estatal, invertir en salud, educación y ayuda social.
Pero la bonanza petrolera con el barril a más de US$ 100 terminó en 2014, y tocó fondo el año pasado, cuando la cotización rondó los US$ 30. Entonces, el gobierno se endeudó. Y los ecuatorianos se asustaron.
Jorge Fuel, taxista y cantante, se queja de la falta de trabajo, de los precios de la comida y del endeudamiento público. "Se acabó la plata del petróleo y les pedimos plata hasta a los chinos. Eso en algún momento hay que pagarlo", dice Fuel, admirador de Buddy Richard y de Alberto Plaza.
Según el Ministerio de Finanzas de Ecuador, China y los organismos multilaterales son los principales financistas del país, con el 62,7% del total de la deuda pública externa, que en febrero fue de US$ 26.499,50 millones. La deuda con Beijing es el 31,4% del total.
El analista económico Walter Spurrier comenta que Correa "contó con la mayor bonanza de la historia del Ecuador debido al alza del petróleo, pero el crecimiento económico fue discreto. En los dos años de precios bajos, la economía se contrajo. Para 2017, después de Venezuela, tiene las peores perspectivas de crecimiento en América Latina (-2,7%, según el FMI; -2,9%, según el Banco Mundial, y 0,2%, según la Cepal). Eso, a pesar de contratar nueva deuda, del orden de 7,7% del PIB. El PIB, redondeando, es de US$ 100 mil millones".
Si bien la inflación (2,4% en 2016) y el desempleo (5,2% el año pasado) no son altos, sí complican a los ecuatorianos. En todo el país. Hace poco, en el Malecón 2000, una especie de centro comercial a la orilla del río Guayas, Guayaquil, sureste del país, Noemí Fernández se quejaba del valor de los tomates y de los limones. "No sé si la comida está más cara, pero como que el dinero dura menos. Quizás los salarios son muy bajos", decía la estudiante de sistemas multimedia en la Universidad de Guayaquil.
Ante ese panorama, la duda ahora es cómo hacer crecer la economía sin los petrodólares y sin volver a endeudarse.
El analista...
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