Más grande que la vida - 26 de Noviembre de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 852252007

Más grande que la vida

Diego Armando Maradona, entonces, era más grande que la vida.No tanto por capacidades sobrehumanas, de hecho se murió, sino por lo contrario: demasiado humano, más de lo recomendable, arriesgadamente humano, y claro que se comió la fruta, la manzana mentada, la del comienzo de las cosas, la simbólica, por tanto pecador, tentado, fiestero, débil, caprichoso, impenitente, derrochador, hablador, caído al litro y a los vicios.Un gran prometedor de promesas, como la mayoría.Nunca más, pero volvía a lo mismo.Ahora si que sí, pero era no.Recuperado, pero solo para empezar renovado.A Maradona se le perdonaba todo, porque a cualquier ser humano en sus circunstancias de talento, fama y dinero, le podría haber pasado. A la mayoría, porque siempre habrá alguien raro, pero digamos que el destino lo quiso así y le pasó a él.Lo primero es ver lo que hizo, una parte no más: futbolista excepcional, 10 inolvidable, estrella en Nápoles y campeón del mundo en México y dos goles divinos contra Inglaterra, donde uno lo hizo él y el otro lo convirtió Dios.En el siglo pasado fue lo que fue.En este siglo, y un poco en el anterior, para qué estamos con cosas, un rosario de clínicas, desintoxicación, tratamientos, bypass y desde luego depresión, porque así es el hombre imperfecto: un día se arrepiente y pide perdón, y al otro día los manda a buena parte, porque prefiere seguir en la suya.No era un inmaculado al que al poco andar le descubren la mácula o el iluminado no por la santidad, sino por la perversión. Era el que era. Un argentino memorable que quería a Argentina sin dudas, y algunos argentinos, tenían dudas, pero igual lo querían.Con ese buzo...

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