La gran película de Alicia Vega - 11 de Octubre de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 650739805

La gran película de Alicia Vega

-En esa época no había estreptomicina y, en realidad, yo debería haberme muerto porque tenía los dos pulmones comprometidos. Me pusieron neumotórax -que era lo que ponen en La Montaña Mágica- y me sanó uno. Pero el otro seguía malo. La estreptomicina no llegaba a Chile, mi papá se la tenía que conseguir a través de la Embajada de Italia. Finalmente, salí. Mis amigos, que estaban en la universidad, me llevaban lectura. Leí mucho, de ahí fui sacando esta cosa del cine.

A los 22, Alicia Vega había leído lo que una adolescente de los años 40 se leía en una vida. "Éramos una familia muy ordenada. Mi papá estudió leyes, era muy severo, muy ordenado. Y luego estudió literatura como amateur. Yo heredé de él el orden y el gusto por la lectura". La tuberculosis no solo marcó sus pulmones, también su óptica del cine. Alicia pudo haber sido cineasta, pero eligió la investigación, la docencia y el registro histórico.

-¿Por qué no fue cineasta?

-Nunca me gustó filmar. Seguí un curso de documentales y no me interesó filmar. Es una excusa, pero lo condiciono siempre a mi salud. Yo siempre pensé que un cineasta tiene que estar en las Cataratas del Niágara, con frío o calor, haciendo lo que necesita para lograr su imagen. Yo eso no lo podía hacer.

Entró al Teatro de Ensayo de la UC a oír clases teóricas que le sirvieron después en su carrera de investigadora para identificar mejor a los personajes. El teatro le encantó, también el arte. En 1956 vio un aviso de la Universidad Católica en que publicitaban el primer curso de grado universitario de cine documental. Tenía 25 años. Lo impartía el sacerdote jesuita Rafael Sánchez, creador del Instituto Fílmico en 1955. Alicia estudió cuatro años y descubrió el cine, la pasión que le duraría una vida. Cuando en Chile este arte despuntaba, Rafael Sánchez fue un maestro que formó a varias generaciones; entre ellas, a la del cineasta documental Patricio Guzmán. En el Fílmico, Vega se realizó:

-Las películas que vi me encantaron. Es como con los libros, que uno lee uno y va a otro, un autor remite a otro. Y yo dije "esto es lo que a mí me gusta". Pero siempre pensando en la teoría del cine. No en hacerlo, eso no. Fue algo que descarté al tiro, no me llamó la atención filmar porque no he tenido nunca esa cosa creativa de inventar, no, no. Por eso calzo tan bien, porque con Eduardo (Vilches) estoy casada con un creativo. Entoces !ya dos es mucho¡

-A usted la llamaba la investigación.

-Sí, la pesqué muy bien ahí y Rafael Sánchez me nombró su ayudante. Fui su asistente de dirección en "Las Callampas", me tocó dirigir varias tomas ahí, cuando Sánchez no iba. Pero no me llamó la atención, nunca me gustó. Seguí haciendo clases en el Instituto Fílmico y en otras escuelas de la Católica. Estuve 30 años en la UC y en la Chile.

La docencia le gustó "porque a los alumnos se les podía abrir horizontes. Encontraban elementos del cine que les iban ampliando...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR