El gran parque de Brasil - 2 de Enero de 2011 - El Mercurio - Noticias - VLEX 236212906

El gran parque de Brasil

Después de un par de días reflexionando, la verdad, no se me ocurrió nada -salvo que había sido un error gastar tanta plata en un par de bototos de trekking- y resolví que lo mejor sería contar todo de manera cronológica, tal cual como pasaron las cosas.

Después de 7 horas de camino -escribir "carretera" sería una exageración-, al caer la tarde llegamos al Morro do Pai Inacio. Con 1.150 metros de altura, el minibus subió por un tortuoso camino de tierra y piedras y nos dejó a 30 minutos de la cima. Eran casi las cinco de la tarde y, para ver el atardecer desde arriba, tuvimos que subir rápido por un sendero pedregoso, que remata en una gran planicie.

Desde el Morro do Pai Inacio se obtiene la imagen más clásica del parque: peculiares formaciones rocosas que sobresalen sobre extensas praderas verdes. Â

En la cumbre del morro los guías habitualmente cuentan dos cosas. Primero, una historia a medio camino entre leyenda y guión de telenovela de época de O Globo sobre un esclavo -avispado, musculoso y bien parecido, claro- llamado "el negro Ignacio", que antes de quedarse con la esposa de un general portugués se refugió en la cima del morro. La segunda cosa que cuentan, mucho menos barroca, es que hace millones de años, toda esta región estuvo cubierta por el mar. Entonces, piensas que eso es obvio y así el curioso paisaje de Chapada Diamantina comienza a configurarse en tu cabeza.

Llegué de noche a Lençóis cuando llovía como en las películas (costaba ver a más de 20 metros). Desde la ventana del minibús no pude apreciar la pintoresca mezcla de antiguas construcciones de colores y calles adoquinadas que son el sello de la ciudad. Tuve que esperar hasta el otro día para empezar a conocer la puerta de entrada al parque Chapada Diamantina.

Lençóis es el centro de operaciones de "Chapada", como llaman al parque. Aquí están casi todas las agencias y restoranes, la mayoría y los mejores hoteles (ver recuadros) dispuestos a recibir a los más de cien mil turistas que cada año llegan para recorrer las famosas trilhas -"senderos", en portugués- y admirar sus decenas de cachoeiras -"cascadas"- incrustadas en una vegetación de un verde radioactivo.Â

Bajo un sol incandescente, que a las 10 de la mañana hace subir la temperatura por sobre los 30 grados, a la mañana siguiente empecé a conocer los alrededores de Lençóis. Y partí por lo básico: la cascada Primavera.

A sólo a un par kilómetros del centro, poco menos de una hora de caminata, se trata de una las...

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