El gran meritócrata de la TV
-El éxito es traicionero. Hay que tener cuidado con él.
El ingreso a otro mundo
Patricio Hernández, 48 años, casado, tres hijos, hoy el ejecutivo más exitoso y cotizado de la televisión, estuvo a punto de no entrar a la TV cuando quiso hacer su práctica profesional en Canal 13.
Ahora, sentado en una de las oficinas del nuevo Mega, con paredes blancas y muebles modernos y sobrios que dan cuenta de la nueva administración, el ejecutivo recuerda:
-No di el ancho. Me dijeron que no tenía el perfil. Yo solo respondí, "ah, ya, gracias", y me fui.
-¿Por qué?
-Era porque se me trababa la lengua, no tenía capacidades comunicativas en cámara.
-¿En serio?
-Dejémoslo en que no fui aceptado.
Era diciembre de 1985. Luego del rechazo, comenzó a hacer su práctica en un diario, pero renunció a los 10 días, cuando lo volvieron a llamar de Canal 13: había una vacante en Canal 5 de Concepción. Aceptó. Recuerda que no fue fácil: tenía que practicar muchas veces para que sus despachos le salieran buenos, para que "no se le trancara el choclo", en jerga televisiva.
Sus compañeros de práctica tienen otra opinión. Dicen que hacía las mejores notas, que sus reportajes comenzaron a transmitirse en los noticieros de Santiago y que Hernández aprendió rápidamente a hacer de todo, desde editar a conducir el noticiero.
Cuando terminó su práctica, volvió a la Universidad Católica a terminar la carrera de Periodismo. En 1986, con su amigo Jaime Sepúlveda, hoy productor ejecutivo de programas culturales de Mega, consiguió trabajo en Teleanálisis, una productora que distribuía su noticiero en VHS y que fue un hito en la década de los 80 por mostrar las protestas y temas de derechos humanos que no eran cubiertos por la TV abierta.
Lo único que le advirtieron fue que no tenían dinero para pagarle.
-Acepté pensando que luego me comenzarían a pagar y también porque tenía esa cosa de los documentales y reportajes que a mí me encantaba. A los dos meses fuimos con Jaime a pedir que nos pagaran 30 mil pesos, lo que vendría siendo 70, 100 mil pesos de hoy. Allí había gente que ganaba mucha plata. Nos dijeron que no. Yo me fui, Jaime se quedó.
Regresó a Canal 13 a pedir trabajo. Habló con el director de prensa de esa época, Luis Salazar.
-Me dijo que sí, pero que nunca más fuera al canal vestido así.
Patricio Hernández usaba chalas con suela de neumático, de las que se vendían en los puestos callejeros de la Alameda, una jardinera, una camisa cuello mao y un pañuelo al cuello.
"Nunca le ha importado mucho la ropa", dice una persona que lo conoce desde esa época.
Al otro día llegó a trabajar con terno, corbata y zapatos.
Patricio Hernández, hoy con 30 años en televisión, con cargo ejecutivo desde 2004, no ha cambiado tanto desde entonces.
-¿Cuántas corbatas tiene hoy?
-Cuatro.
-¿Y ternos?
-Uno.
Mentalidad televisiva
Patricio Hernández lo recuerda: la primera televisión que tuvo fue en 1972. Era una Bolocco de 24 pulgadas, a tubo, carcaza de madera. Él tenía seis años.
-El primer programa que vimos fue Los Picapiedras y El sapo y la culebra. Yo antes había visto tele en la casa de un tío. Lo que más me gustaba eran los de reportajes -dice cuando comienza a enumerar los programas e imágenes que recuerda.
Porque si hay algo que se nota al conversar con el nuevo director ejecutivo de Mega es la cantidad de horas/tele que tiene en el cuerpo.
-Yo viví en Rancagua, porque mi papá trabajaba en la mina El Teniente. De esa época me acuerdo de las imágenes de la huelga de los mineros, que fue bien impactante porque duró 76 días. Uno veía cómo estaban los mineros en el puente Maipo, avanzando, y un grupo de carabineros tratando de detenerlos. Lo veía por la tele y en directo.
También recuerda las concentraciones de Allende, las huelgas y paros, y las imágenes del golpe, que vio en TV la primera vez que las transmitieron semanas después.
A los 12 años volvió a vivir a Santiago. Dice que estaba viendo la TV cuando Hernán Olguín dijo que desde ese momento las transmisiones serían en color y asegura que en TVN el Jappening con já fue el primer programa con esa tecnología. Y que él vio ese primer capítulo.
La razón por la que la familia se volvió a Santiago fue porque su padre se fue a trabajar a Venezuela. Recuerda la fecha exacta en que tomó el avión: el 20 de julio de 1978. Lo fue...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba