LA GRACIA DE ESQUIAR HACIA ARRIBA - 2 de Octubre de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 650057765

LA GRACIA DE ESQUIAR HACIA ARRIBA

Estamos en el valle de las Arenas -un emblemático, pero muy poco conocido sector del Cajón del Maipo, que queda pasado Baños Morales- y Colonello acaba de llegar desde una de las canaletas del cerro Arenas, preciosa montaña de 4.366 metros que le da nombre al valle. Hace cuatro horas había salido desde un improvisado estacionamiento hecho entre la nieve -el único lugar que este día no estaba blanco- con el objetivo de llegar caminando hasta lo más alto de la canaleta, y luego tirarse cerro abajo en su tabla de splitboard, de esas que sirven para snowboard y luego se dividen en dos para quedar como esquíes cortos. Pero arriba, la fijación de sus botas se rompió. Todo el esfuerzo, a la basura.

"Tuve que volver caminando -dice Colonello, resignado-. No pude tirarme en mi tabla. Pero en realidad no fue tan grave: estar en este paisaje, haber almorzado allá arriba, todo valió la pena. Este lugar es impresionante, y está a solo una hora y media en auto de Santiago, cuando no hay tránsito. Aquí han nacido todos los deportes de montaña de la capital: el boulder, la escalada, el randoné. Hay miles de sitios para explorar".

Pier Paolo Colonello es uno más de los aficionados a la montaña que los fines de semana encuentra su propio paraíso aventurero en el Valle de las Arenas. Gente que ahora, en invierno y primavera -aquí hay nieve al menos hasta octubre- vienen sobre todo para hacer randoné. Colonello lo explica así: "Llega un minuto en que te aburres de los centros de esquí y quieres ir a lugares por donde nadie se haya tirado. Quieres más inclinación en las paredes, mejor nieve, mejor paisaje. Para eso es el randoné. Y está creciendo: recuerdo que el año antepasado vine un fin de semana parecido a este y había seis personas. Hoy andan como cincuenta".

Así es. Y esto a pesar de que el acceso a este lugar ya no es tan fácil como antes: por los trabajos de la central Alto Maipo, ahora es necesario pedir autorización previa para pasar (ver recuadro). La gracia es que en el Valle de las Arenas no hay centro de esquí. No hay pistas. No hay andariveles ni filas. Esto es naturaleza casi en estado puro (de no ser por la maquinaria que está justo a la entrada...). Es decir: un lugar perfecto para hacer randoné, disciplina que gana cada vez más adeptos en Chile precisamente porque es una forma de relacionarse con la montaña de una forma brutal. Solo basta saber esquiar, tener unas botas con fijaciones especiales -que, en palabras simples, permiten desenganchar el talón de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR