Gobierno japonés lanza plan de emergencia para revitalizar el consumo y salir de la recesión
En un nuevo intento por reactivar la economía japonesa, que volvió a caer en recesión, el gabinete del Premier Shinzo Abe adoptó ayer un plan económico de emergencia destinado a reactivar el consumo privado a través de una cuantiosa inversión pública.
Se trata de un paquete de estímulos de 29.000 millones de dólares, diseñado para apoyar a las economías locales, las pequeñas y medianas empresas, el sector agrícola y para incrementar el gasto público en la reconstrucción de áreas golpeadas por desastres naturales.
"Con la rápida implementación de estas medidas, creo que podremos impulsar el consumo, ayudar a la economía provincial, y llevar el ciclo de crecimiento positivo a todos los rincones del país", dijo Abe en un encuentro con legisladores, poco antes de que el gabinete presidencial aprobara oficialmente el paquete: la primera medida emprendida por el Premier para consolidar su estrategia económica conocida como "Abenomics" después de su reciente reelección al frente del gobierno japonés.
Precisamente, luego que el país cayera en recesión en el tercer trimestre de este año, Abe disolvió en noviembre el Parlamento y anticipó en dos años las elecciones generales, que él mismo catalogó como un referéndum sobre su "Abenomics", que consta de una política monetaria flexible, estímulos fiscales masivos y cambios estructurales que generen crecimiento.
Ahora, con una cómoda mayoría de la coalición gobernante -el Partido Liberal Democrático de Abe y su socio Nuevo Komeito-, que supera los dos tercios de la Cámara Baja, el Ejecutivo busca hacer frente a la caída en el consumo doméstico. Este representa el 60% del PIB nacional y se vio perjudicado con la subida del impuesto a las ventas del 5% al 8%, en abril pasado, que buscaba financiar el colapsado sistema de protección social y contener la enorme deuda pública nipona.
Ocho meses después de la devastadora subida del IVA, los hogares japoneses redujeron su gasto el mes pasado (-2,5% interanual), en un contexto de disminución de ingresos.
Abe llegó al poder hace dos años empeñado en sacar al país de sus 15 años de deflación, impulsando una serie de medidas favorables a los negocios y promoviendo el gasto.
La estrategia de flexibilización monetaria, sumada a la progresiva devaluación del yen, ha favorecido a las grandes empresas niponas y particularmente a las exportadoras, pero sus críticos aseguran que no ha dejado los efectos deseados en la economía real, así como no ha favorecido al pequeño...
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