En globo sobre los dos mil Templos de Bagan - 20 de Julio de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 520498702

En globo sobre los dos mil Templos de Bagan

La madrugada que estamos viviendo en Birmania no se parece a ninguna otra. Hemos esperado media vida -las fronteras permanecieron semicerradas por décadas- y ahora sólo faltan minutos para observar desde el aire las dos mil pagodas y estupas de Bagan, la antiquísima capital abandonada. Un día, por los años 80, estando en el extremo oriental de la Ruta de la Seda, visité el sitio arqueológico chino del Ejército de Terracota, en Xi'an. Un viajero francés de origen asiático puso freno a mi entusiasmo ante la inaudita aglomeración de soldados y caballos de cerámica salidos de la tierra: "Tienes que esperar el día que conozcas la ciudad de las pagodas, en Birmania. Marco Polo escribió que es uno de los lugares más impresionantes del planeta", dijo. Desde entonces es mi amigo y consultor ad honorem.

Por Etienne supe de este lugar y hace dos días un Fokker 100 de Bagan Airways me trajo en 45 minutos de vuelo hasta aquí desde Yangún, la capital. Ahora, en un globo espero mirarla desde el lugar donde vuelan garzas y papagayos, y tratar de entender lo que tal vez ni siquiera tenga explicación con los ojos de hoy. Durante un par de siglos catorce monarcas se dedicaron en forma casi obsesiva a construir templos budistas en la gran planicie de Bagan, un territorio poco más grande que la suma de Ñuñoa y Providencia. A partir del siglo 11 se levantaron cerca de cinco mil pagodas y estupas. Algunos hacen subir la cifra a doce mil. También construyeron monasterios en madera, todos desaparecidos. Saqueos, falta de mantención, termitas. No se sabe bien, porque la historia de Bagan entró en un espeso cono de sombra.

Las pagodas abusadas

Pareciera que sólo el temor a los dioses puede explicar que Bagan siga siendo la mayor concentración de templos en el mundo, aunque la práctica religiosa aquí es hoy más bien escasa. Ha sido objeto de buenas restauraciones y de otras más bien monstruosas, producidas por los intereses personales de miembros del gobierno militar. "Vivimos al borde del abismo", se quejó un joven budista que ayer nos llevara de paseo en su bella carreta tirada por cebúes. Con algo de temor, nos dijo:

-La gente está muy triste. Hace poco se cometió el peor abuso sobre esta ciudad que es la capital del alma de Birmania. Construyeron una pagoda en homenaje a Than Shwe, uno de los más despreciables dictadores que hemos tenido. También un campo de golf y una enorme torre de observación, con ascensor, más alta que todas las pagodas. Es negocio de la familia de un antiguo jefe de la junta militar. No se respeta nada ni a nadie.

Por estas razones, Bagan -aunque ha sido postulada- todavía no es Patrimonio de la Humanidad. Después de darle una importante ayuda, Unesco enfrió sus relaciones con el gobierno, ahora en manos de un civil manejado de cerca por los militares que tienen cerrado el paso al más popular de los birmanos: la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.

Pese a todos los destrozos, Bagan conserva la rara cualidad de ser...

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