Gestión de personal en el Estado - 27 de Marzo de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 562477146

Gestión de personal en el Estado

U na sociedad moderna y compleja requiere de un Estado profesional y fuerte con las capacidades suficientes para entregar los servicios que se le encomiendan, muchos de los cuales son provistos en forma monopólica, e implementar las reformas que el Ejecutivo aprueba en el Congreso. Esta necesidad es independiente del debate, siempre recurrente, respecto del volumen de recursos con los que debe contar el Gobierno. Esas capacidades están lejos de ser satisfechas en la actualidad. La Alta Dirección Pública fue en su momento un paso relevante hacia la construcción de un Estado más profesional, y hasta hoy sigue siendo una herramienta crucial para asegurar competencias técnicas mínimas que requieren esos cargos. Antes de la generación de esta institucionalidad, muchos puestos eran capturados por los partidos políticos sin que ello fuese acompañado de exigencias razonables para quienes los ocupaban.

Sin embargo, el Estado requiere de permanencia y de la posibilidad de que sus altos funcionarios se puedan desplazar y seguir su carrera en otros servicios distintos de los originales. Los países con mejores estados suelen promover estas posibilidades. Chile está alejado de estas prácticas. En los dos últimos gobiernos la rotación en los cargos de primer nivel ha sido elevada: a un 63 por ciento se le habría pedido la renuncia. Esta proporción alcanzaría el 85 por ciento en los cargos del área de la salud. Los antecedentes en cargos de segundo nivel son más dispersos, pero también exhibirían altas rotaciones. Estas no son compatibles con el objetivo de lograr un Estado profesional.

Se aceptó, quizás demasiado ligeramente, la idea de que debía existir una afinidad política entre los altos directivos y los gobiernos de turno. No lo han estimado así los países que tienen reconocidamente buenos estados. En Canadá, por ejemplo, incluso gran parte de los subsecretarios pertenecen al servicio civil. En Inglaterra, Tony Blair, al llegar al poder por primera vez, generó un pequeño debate porque, en lugar de 33 funcionarios de confianza que tenía el anterior gobierno, nombró 51. Estas realidades dan cuenta de la...

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