Un genio inventor - 7 de Noviembre de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 851592701

Un genio inventor

E ste, recibido en septiembre recién pasado, es el cuarto Compasso d'Oro que el arquitecto Emilio Ambasz (1943) obtiene en su vida, el premio más importante y antiguo en el área del diseño. Uno más que añade a su larga lista de galardones; entre ellos, nueve de la Sociedad de Diseñadores Industriales de América (IDSA) y varios iF Design Award, además de un sinnúmero de reconocimientos en el campo de la arquitectura, en virtud de sus edificios que se caracterizan por integrar los espacios verdes.Multifacético es la palabra que mejor describe a este hombre nacido en Argentina y quitado de bulla, capaz de crear una enorme variedad de artículos, desde mobiliario modular, maletas que se expanden, luminarias y televisores de bolsillo hasta bolígrafos que se doblan y pequeñas cajas de acuarelas. Desde niño sintió una fuerte vocación por la arquitectura y decidido ingresó a la Universidad de Princeton, donde se graduó y obtuvo también una maestría. De un día para otro se convirtió en profesor y al poco tiempo en curador de diseño del MoMA de Nueva York (1969-1976), donde dirigió e instaló numerosas exhibiciones, tanto de diseño como de arquitectura, que resultaron muy influyentes; entre ellas, "Italia: nuevo paisaje doméstico", en 1972; "La arquitectura de Luis Barragán", en 1974, y "Proyecto taxi", en 1976.El mismo año que dejó su cargo en el museo abrió su propio estudio, dando origen a una enorme lista de "inventos", como él mismo los llama, de los que posee numerosas patentes. Muchas de sus creaciones gozan de fama, como la silla Vértebra, presente en las colecciones del MoMA y del MET de Nueva York. La creó en 1976 junto con Giancarlo Piretti, y es considerada el primer modelo de oficina ergonómico y ajustable, proyectado para adaptarse a los movimientos del cuerpo.Instalado desde hace más de 50 años entre Italia -país que considera un paraíso- y Nueva York -ciudad que define como la capital del siglo XX-, ha optado por no tener oficina establecida, tal como las que tuvo en paralelo en ambos sitios por años, integradas por grandes equipos de arquitectos. "Por mi práctica, puedo trabajar perfectamente en cualquier lugar: Patagonia o islas Fiyi. El e-mail me ha dado la libertad de no necesitar un local establecido. Por supuesto que las relaciones con las personas siguen siendo importantes, y yo mantengo eso vivo, reuniéndome regularmente con mis...

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